Procrastinación: qué es y cómo se supera - somoscoaching.com
27 abril 2023

En los últimos años se ha puesto muy de moda el término procrastinación, procedente del verbo procrastinar. ¿Sabes a qué obedece y qué significa? Vamos a explicarlo, pues es muy posible que, aunque no lo conozcas, lo hayas sufrido en algún momento de tu vida.

Qué es la procrastinación

¿En algún momento has tenido pocas ganas de hacer algo y lo has dejado para más tarde? Si es así, has procrastinado, pues este es el término que se utiliza para describir las acciones o los hábitos de retrasar aquellas actividades o situaciones que, aunque hemos de atender, las vamos dejando para después, y las sustituimos por otras que en ese instante nos resultan más agradables, estimulantes y atractivas, aunque es probable que también sean más irrelevantes.

¿Qué suele ocurrir con la procrastinación? Que nos hace dejar para más adelante tareas que por lo general son importantes. Lo que pasa es que, porque resulten engorrosas, pesadas o poco interesantes en ese momento, las postergamos, provocando con ello, en realidad, un perjuicio mayor.

Pensemos en las actividades que nos llevan a procrastinar. Entre ellas, está el estudio, por ejemplo. Cuando tenemos por delante una prueba, una oposición, un examen, nos cuesta trabajo ponernos ante de los libros y los apuntes para leer y memorizar. Preferimos, en muchos casos, ver la tele, escuchar música, jugar a algún videojuego… Casi cualquier actividad se nos hace más interesante en ese momento pese a que su relevancia sea inferior.

Así podríamos hablar de multitud de tareas que vamos postergando. Por ejemplo, cuando trabajamos. Todos los expertos recomiendan hacer primero lo más complejo, y dejar para más adelante aquello más ligero, pues cuando la jornada va avanzando, perdemos capacidad de concentración y baja nuestra productividad. Aun así, hay personas que van dejando para después lo más complicado, haciéndolo a veces cuando está más cansada, o directamente no haciéndolo en algunos casos.

La procrastinación, un ladrón de tiempo muy eficaz

Hay muchos de los llamados ladrones de tiempo. Obviamente, no son personas que vienen a casa o al trabajo y nos quitan el tiempo que necesitamos para otros menesteres. En estos casos, nuestro peor enemigo solemos ser nosotros mismos, pues más que “ladrones” somos los humanos los que nos convertimos en “perdedores de tiempo”.

Dicho esto, es obvio que si convertimos la procrastinación en un hábito, tenemos un problema serio. Es decir, postergar de forma continuada nuestras obligaciones podría dar lugar al llamado efecto bola de nieve. Al final, hay tanto en cola y por hacer que seremos incapaces de hacer frente a todas las acciones pendientes.

La obligación

A veces, la obligación, pese a que no es buena motivadora, podría convertirse en un aceptable acicate para hacer actividades que no nos agradan. Y es que, cuando no estamos obligados a hacer algo que tenemos que hacer, pero sí tenemos la responsabilidad de hacerlo en algún momento, la procrastinación tiende a convertirse en protagonista.

¿No te has dicho nunca el célebre “ya lo haré luego” o el conocido “tengo tiempo de sobra”? Es común que este ladrón de tiempo actúe de esta manera y se presente en nuestra mente con argumentos tan peregrinos y peligrosos como los citados.

La procrastinación, una “amiga” indeseada

Por eso hay que lidiar con ello día a día. Y es que actúa de forma subrepticia. A veces, ni siquiera notamos cómo aparece, pues nos parece totalmente lógico ese pensamiento que pasa por nuestro cerebro para perder unos minutos antes de ponernos con la tarea que no nos atrae nada.

Pongamos más ejemplos que nos sirvan para ilustrar la situación. Tu empresa te ha pedido un informe algo engorroso y no te ha puesto una fecha clara de entrega. Es decir, no hay un plazo al que atenerse y, por supuesto, no te apetece en absoluto ponerte e trabajar en eso que no te atrae nada porque implica echarle varias horas de tu tiempo.

Entonces, en lugar de ponerte cuanto antes para acabar pronto, decides responder correos electrónicos, por ejemplo, pues es mucho más llevadero. Luego, optas por alguna otra labor sencilla, como escribir notas, organizar tu horario del día siguiente…

Y así, la jornada va pasando y el informe engorroso está sin hacer. En esos instantes, en tu mente empieza a aparecer ese pensamiento acuciante que te recuerda que tienes cosas importantes pendientes, pero no te apetece ponerte a ello.

¿Vas observando dónde está el problema de procrastinar? Pues así podríamos hablar de muchos casos, como dejar los estudios para cambiarte de ropa y ducharte con el fin de perder tiempo y no hacerlo antes; o hacer deporte, dar un paseo para relajarte, y así, un largo, larguísimo etcétera.

El nerviosismo aparece permanente en tu cabeza, y no se va. Te vas poniendo cada vez peor, pero no encuentras las fuerzas ni las energías para hacer eso que tienes pendiente. Entonces, los nervios se convierten en estrés porque ves que no tienes el estado mental adecuado para afrontar tus obligaciones.

Y, lo que es peor en este caso, cada vez somos menos eficientes y productivos, ya que el agobio y la preocupación así lo indica. Y, aun así, seguimos sin querer hacer el trabajo pendiente y entramos en una procrastinación cada vez más grave, elevada y potente.

Cómo vencer la procrastinación

Entonces, ¿qué podemos hacer? Vamos a ver algunas claves que nos van a ayudar a procrastinar menos. Toma nota de estas claves que te ayudarán a retomar tu productividad y eficacia.

Suprime tentaciones

El primer paso para evitar la procrastinación es alejar de nuestro entorno las tentaciones. Para que seamos totalmente productivos hemos de crear un espacio de estudio o trabajo adecuado.

Es decir, hagamos nuestras tareas en un ambiente con buena luz, correctamente ventilado, y que no tenga tentaciones cerca que puedan provocar que nuestra atención se desvíe con facilidad.

Pensemos en estas tentaciones que nos distraen. Una muy potente es el teléfono móvil, sobre todo si está con sonido y no para de sonar con mensajes, llamadas y demás. No obstante, hay otras problemáticas, como las ventanas que dan a la calle, las puertas del despacho abiertas dejando pasar ruidos y sonidos constantes…

Así pues, como dice el dicho clásico, quien evita la tentación evita el peligro. Si no quieres procrastinar, deja de lado todo lo que te pueda tentar y haga que no aproveches el tiempo.

Divide las tareas grandes en tareas más pequeñas

Nadie se plantea obtener un título universitario en pocas semanas, ¿verdad? Al ser una materia tan larga la que hay que estudiar, se divide en créditos, que forman parte de asignaturas, que a su vez se dividen en clases, estudios, exámenes, trabajos…

Pues lo mismo sucede con esas tareas engorrosas y que no nos motivan para nada. Si afrontamos un trabajo largo y costoso como un todo, es normal agobiarse y querer dejarlo para más tarde, o quizás para nunca.

La idea es dividir el trabajo en pequeñas tareas que sean más fáciles de llevar a cabo. Para ello podemos ir marcando hitos divididos según el abordaje que tengamos que plantear para alcanzar el objetivo final.

Con cada hito que logremos veremos que estamos un poco más cerca del final. No te preocupes, lo acabarás. Con paciencia y buen trabajo, se siempre se alcanza el objetivo.

Rompe la primera barrera, el ponerse a ello

Empezar a realizar una tarea engorrosa es, si cabe, el paso más complicado. Los primeros cinco o diez minutos, mientras nos mentalizamos de la necesidad de dar respuesta a la obligación, hemos de mantener la concentración y no dejar que ningún entretenimiento nos separe de la responsabilidad que hemos de afrontar.

Si no nos ponemos al trabajo desde el primer minuto, la ansiedad y el estrés por saber que no estamos haciendo lo que debemos no tardarán en aparecer. Así que, sé responsable, da de lado a la procrastinación y comienza la tarea. Piensa que cuanto antes empieces, antes terminarás, lo que también es un buen acicate para avanzar a buen ritmo.

Evita los argumentos falsos

Nuestro cerebro necesita dar sentido a cuanto acontece a nuestro alrededor. Para ello, inventará argumentos que nos absuelvan o que nos permitan ser más permisivos con nosotros mismos.

Evita esas ideas del tipo de “todavía tengo tiempo”, «lo puedo dejar para mañana” o “no es tan importante”. Repetimos: cuanto antes empieces, antes vas a terminar. Así que, si puedes no procrastinar, tanto mejor. Es por tu bien.

Date recompensas por hacer las tareas

Un buen premio cuando acabes la tarea que tanto te invita a procrastinar puede ser una buena opción para no perder tiempo y ponerte a tus obligaciones cuanto antes. La recompensa no tiene por qué ser monetaria o física, simplemente algo que te resulte agradable. Piensa en un paseo, un rato de lectura, tomarte algo con amigos… Cualquier cosa que te guste será bienvenida.

Haz descansos

Una vez dividida la gran tarea en tareas más pequeñas, recuerda hacer pequeños descansos entre unas y otras. Cada 45 o 50 minutos, haz un pequeño break de 5 o 10 minutos. Eso sí, no los uses para consultar el teléfono móvil ni nada por el estilo, ya que esos descansos podrían alargarse.

Las pausas entre pequeñas tareas deben usarse para tomar el aire, picar algo ligero, beber agua y, en definitiva, relajarse y tomar impulso para seguir adelante. Esta desconexión ayudará a recuperar energía y tener más fuerza para seguir adelante con el fin de completar la gran tarea.

Comunica tus decisiones

No actúes por tu cuenta, sobre todo si el compromiso es complejo. Es decir, haz saber a la gente implicada en el proyecto que vas a actuar de una u otra manera. Así podrás establecer plazos que te sirvan de acicate para terminar en tiempo y forma.

¿Qué tiene de bueno comunicar? Que una vez que alguien espera los resultados obtenidos por el trabajo que realizamos será más difícil que nos dejemos llevar por la procrastinación. Esa responsabilidad de tener que adaptarse a plazos de entrega os ayudará a ser más eficientes y rápidos en la realización de la tarea que tanto nos preocupa y que tanto trabajo nos cuesta sacar adelante.

Toma comidas frugales

Si comemos en demasía, ingiriendo alcohol, exceso de grasas, y comiendo hasta que no podemos más, nos costará mucho más esfuerzo ponernos a trabajar. Así que, ya sea en la cena, en el desayuno o en la comida, y sobre todo si picas algo en los descansos mientras haces tus tareas, recuerda que sea algo suave, frugal, que te sacie, pero que no te hinche. Algo de fruta, un yogur y alimentos así son buenos en estos procesos.

Duerme bien

Si no dormimos al menos 7 horas por la noche, al día siguiente nos costará mucho más el concentrarnos y el trabajar en lo que sea. Por eso conviene disfrutar de un buen descanso para ser más eficientes y para procrastinar menos.

Si quieres, puedes añadir una pequeña siesta después de comer. Pero procura que no sea muy larga, que no pase de 15 o 20 minutos, 30 a lo sumo.

La procrastinación y el coaching

¿Qué puede hacer un coach por ti? Como ya sabes, esta es una plataforma especializada en coaching, y sus profesionales son capaces de ayudarte si no eres capaz de afrontar tus tareas y tiendes a procrastinar.

Una de las labores que hacen los especialistas del coaching es la motivación. Si tú no das con la energía necesaria para hacer frente a un trabajo o responsabilidad dura, ellos te enseñarán técnicas que te serán de gran utilidad para mejorar en tu productividad y eficiencia.

A veces, solos no podemos. Por eso, antes de caer en la procrastinación, mejor pedir ayuda. Un buen profesional del coaching conoce las herramientas adecuadas para tal fin.

¡Olvida la procrastinación!

Ya sabes mucho sobre técnicas y consejos para no procrastinar. Ponte manos a la obra y empieza una nueva etapa en tu vida. Sé la mejor versión de ti mismo y conviértete en la persona y profesional que siempre soñaste ser. Está en tu mano.

Y, no lo olvides, si no eres capaz de dar la espalda a la procrastinación, ¡apúntate al apoyo del coaching! Seguro que entre ambos lográis hacer grandes cosas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

He leído y acepto la política de privacidad

Información básica acerca de la protección de datos

  • Responsable: Zeta Online S.C.P.
  • Finalidad: Gestión de los comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento.
  • Destinatarios: Tus datos serán guardados en Comvive Servidores y Mailchimp, nuestros proveedores de hosting y email marketing.
  • Derechos: Tienes derecho, entre otros, a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos enviando un correo a hola@somoscoaching.com
  • Más información: Puedes ampliar información acerca de la protección de datos en el siguiente enlace:política de privacidad

La conexión emocional digital

26 abril 2024

Equilibrio en coaching digital: innovación y tradición

19 abril 2024

Mentalidad de crecimiento en coaching online

12 abril 2024