¿Sabes qué son las técnicas de estudio? Seguro que sí. Tengas la edad que tengas, es más que probable que en algún momento de tu vida te hayas tenido que enfrentar a un examen o prueba que exige memorización y conocimiento, aunque sea el teórico del carnet de conducir.
Ahora bien, igual no lo sabes, pero mientras estudiabas, es más que probable que usases técnicas de estudio incluso sin saber que lo hacías. Por eso queremos explicar qué son, para qué sirven y cuáles consideramos las más eficientes en la actualidad.
Las técnicas de estudio son herramientas a nuestra disposición para mejorar la organización de trabajos como la comprensión, la lectura y la memorización de contenidos. Es decir, se utilizan para potenciar la manera en la que entendemos cuanto hemos de estudiar para que aumente el nivel de rendimiento.
Una vez usadas, tienden a facilitar que aprendamos y que interioricemos los contenidos que tenemos que recordar por el motivo que sea. Por eso, tanto para estudiantes como para profesionales, son muy útiles.
Dicho esto, y dada su notable necesidad y usabilidad, vamos a explicar cuáles son las mejores técnicas de estudio disponibles en la actualidad. Gracias a ellas, organizarse mejor el día a día es más fácil.
Es el primer paso y debe ir siempre acompañado de cualquier otra técnica que usemos. El punto principal será crear un calendario previo para organizar todo el trabajo que tenemos por delante. Y, ojo, ha de ser realista, exigente y realizable, de lo contrario, no nos obligará a estudiar suficiente si es muy sencillo o nos provocará frustración si es demasiado complejo para su cumplimento.
Así pues, crea un calendario sensato y realista y cúmplelo, no te lo saltes a no ser que sea por causa mayor, como enfermedad, por ejemplo. Olvida la procrastinación y ve a tope teniéndolo muy visible para que te pongas manos a lo obra y obtengas los mejores resultados.
Aunque parezca sorprendente, no todo el mundo sabe subrayar de manera correcta. Es por ello por lo que apostamos por la eficiencia en este campo. ¿Sabes cómo se hace? A continuación, ofrecemos algunas claves.
Antes de subrayar, haz una primera lectura con concentración máxima. ¿Por qué? Porque así sabrás extraer esas palabras y frases clave que realmente son importantes y en las que podrás focalizar tu atención plena en próximas lecturas.
Con esta lectura se puede encontrar el sentido del texto, para que seamos capaces de extraer las palabras clave y las frases que consideramos necesarias, pues ahí está el contenido más destacado del texto.
Una vez hemos hecho una primera lectura importante, llega el momento de subrayar, a ser posible, a color. De esta forma, los elementos subrayados destacarán sobre el resto y serán más visibles, por lo que, a posteriori, nos va a ser más simple estudiar y leer lo importante, eliminando lo más accesorio.
Si quieres ir para nota, podrías usa diversos colores, diferenciando frases y términos de nombres propios, por ejemplo. Sea como fuere, asegúrate de que esto no te roba tiempo en exceso.
Es normal que, al principio, cuando no hemos usado demasiado esta técnica de estudio, tendamos a querer subrayar prácticamente todo porque no tenemos mucha experiencia en separar lo importante de lo menos importante. Sea como fuere, poco a poco mejorarás el control y verás que no todo es tal subrayable como crees.
La técnica pomodoro o técnica del pomodoro es una de las técnicas de estudio más conocidas y más usadas actualmente. Llevarla a cabo es bastante sencillo. Se basa en teorías que afirman que nuestra capacidad de concentración disminuye a medida que nos esforzamos más y durante más tiempo.
Así pues, y dicho esto, la técnica pomodoro consiste en dividir el tiempo de estudio en pequeños periodos de 25 minutos, tras los cuales haremos 5 minutos de descanso para retomar donde lo dejamos durante otros 25 minutos.
¿Qué logramos con esta opción? El poder estudiar con máxima concentración durante trozos de tiempo más bien breves. Así logramos una mayor eficiencia y limitamos las distracciones.
Vamos con un nuevo método que se centra en la capacidad de comprensión. Para ello, primero, hemos de contar con unos apuntes realmente claros y de mucha calidad.
Este método se centra básicamente en atender en clase, en las reuniones y demás eventos en los que aprender información. A partir de ahí, toca hacer una división del papel o folio usado para que queden ya esquematizados y ordenados. De esta manera, en el momento del estudio, todo será mucho más simple, ya que estará organizado, claro y fácil de aprender.
Básicamente vas a dividir el papel en cuatro áreas bien diferenciadas. En una de ellas irán las ideas clave de cada texto. En otra se añaden las notas añadidas que consideres importantes. Luego, haremos un resumen y un esquema con el contenido fundamental que hemos de aprender. Así estará todo bien resumido y organizado para el estudio posterior.
Estas reglas también están consideradas como técnicas de estudio de primera magnitud, de ahí su importancia en el momento del estudio, valga la redundancia.
¿Qué necesitamos? Como hablamos de técnicas para memorizar, hay herramientas necesarias que nos ayudarán a no liarnos con los contenidos varios que vamos a usar durante el estudio.
Entre las opciones variadas que disponemos para usar estas reglas de la memoria, podemos imaginar diferentes opciones.
Un breve relato en el que se incluyan términos clave a recordar puede ser interesante. Imagina que has de acrodarte de las partes del átomo. Si las introduces en un cuento que te resulte fácil memorizar, podrás acudir a ello cuando vayas a exponerlo.
También podemos crear nuestras propias palabras usando siglas, o sea, las letras iniciales de los términos que tenemos que recordar para más adelante.
Es decir, imagina que tienes que memorizar el nombre de las capitales más importantes de Europa, por ejemplo. Podríamos crear una palabra propia con sus siglas que fuera: MLBPR en referencia a Madrid, Londres, Berlín, París y Roma. ¿Te parece más sencillo?
Otra opción interesante es fragmentar palabras que son muy complejas. Por ejemplo, si tienes que memorizar términos como esternocleidomastoideo, puedes ir por partes separando en estreno, cleido, masto e ideo. Así resulta más simple.
Veamos más técnicas de estudio, en este caso, refiriéndonos a Richard Feynman, un célebre científico ganador del premio Nobel de Física que, además de investigador, también fue profesor universitario e ingenioso inventor que nos legó muchas lecciones maravillosas para la vida.
Aquí hablamos de una técnica llamada de escalada mental. Es decir, se va a accediendo al conocimiento que se quiere interiorizar. Para ello, se sigue este proceso:
Entre las técnicas de estudio no faltan las modalidades de toda la vida, las que hemos usado durante muchos años. Estas todavía tienen cabida y siguen siendo muy útiles. Por ejemplo, el resumen, cuya eficiencia no ha descendido en ningún momento.
Un buen resumen implica una concentración de todo lo que consideramos necesario en un tema. Así pues, hay que hacer varias lecturas concentradas antes de ir a ello.
Para que el resumen sea efectivo, conviene hacer una media. Por ejemplo, cada 20 líneas de tema debes condensar el contenido en unas 5 o 6 líneas que contengan solo lo más específico y necesario.
El resumen debe llegar al fondo de la cuestión. Así pues, no te confundas y te quedes solo en lo accesorio o anecdótico, pues será dicho resumen lo que estudiarás a posteriori.
Para hacer mejores resúmenes, conviene primero subrayar lo importante. Después verás que transcribiendo lo subrayado tendrás un contenido de calidad que contiene todo lo importante del tema. Así ahorrarás tiempo e irás comprendiendo y memorizando ya antes de haber empezado el estudio profundo.
Otra de las muchas técnicas de estudio que llevamos muchos años, décadas incluso, usando y que siguen sin pasar de moda porque no dejan de mostrar su notable eficiencia. Facilitan el aprendizaje, la memorización y la comprensión de los diversos temas y es útil en cualquier materia.
En este caso, vamos a centrar el estudio en los conceptos clave. Luego, los escribiremos de forma visual, de manera que nos resulte fácil de comprender cuando nos pongamos delante de los apuntes.
Haremos una lectura del tema, dos o tres si fueran necesarias. Luego, subrayaremos lo importante. Finalmente, haremos los esquemas. Todo ello nos habrá permitido ir familiarizándonos con la temática. Después, a la hora de estudiar, lo tendremos todo mucho más fresco y nos resultará más fácil de comprender y memorizar.
Las técnicas de estudio de los mapas conceptuales y los mapas mentales han ganado mucha presencia en los últimos años. De hecho, podríamos decir que es una evolución de los esquemas, salvo que disponen de un mayor impacto visual, lo que facilita el aprendizaje.
Aquí, tenemos que resumir conceptos y palabras clave. La diferencia con el esquema es que los tendremos que redactar usando círculos, cuadrados o formas geométricas que nos resulten atractivas y que faciliten la conexión de los conceptos unos con otros, formando así una gran red o trama de información.
Aunque se consideran conceptos diferentes, la verdad es que tanto el mapa conceptual como el mapa mental tienen más similitudes que divergencias. Sea como fuere, lo importante es que la imagen nos ayude a aclarar las materias de estudio para que nos resulte más sencillo aprender los diagramas y elementos resultantes.
Hoy en día el tema de los mapas conceptuales y mentales ha mejorado mucho. Tanto que incluso encontramos apps móviles que nos facilitan su realización y personalización.
Son también llamadas tarjetas de estudio. En este caso hablamos de pequeñas tarjetas que realizaremos nosotros mismos y que incluirán definiciones, fórmulas, preguntas y respuestas, etc.
Cada una de estas tarjetas incluyen conceptos de estudio únicos que usaremos para el estudio. Por un lado estará la pregunta, y por el otro la respuesta. Así pues, podemos mirarlas por una cara, tratar de explicar cuál es la respuesta y comprobar después si hemos acertado o no observando la otra cara.
El coaching es una técnica que sirve para infinidad de situaciones. Si te cuesta estudiar y no logras memorizar o aprender las materias necesarias, un coach profesional te puede ayudar a lograr tus objetivos en este campo.
Para estudiar, es importante que busques tu propio camino. O sea, mira todas las técnicas de estudio que tienes a tu disposición y da con aquellas que mejor se adapten a tus talentos, características y necesidades.
Aun así, es posible que requieras de más ayuda, pues tal vez no veas la mejor opción para mejorar en tus estudios. Es entonces cuando un coach te guiará y te mostrará el mejor camino y el talento que hay en ti y que no eres capaz de extraer.
Sea como fuere, no olvides que las técnicas de estudio van a ser necesarias siempre. Ya seas estudiante o trabajador, será necesario estudiar, aprender y mejorar día a día con la formación continua.
Dicho esto, te recordamos que en nuestra web puedes encontrar a coaches profesionales capaces de ayudarte con las técnicas de estudio y con un sinfín de asuntos más. Solo tienes que echar un vistazo, hablar con los que consideres más adecuados para tu caso y empezar a mejorar hoy mismo en tus desempeños. Aunque no lo creas, tu potencial está dentro de ti esperando por salir, solo necesitas ese empujoncito que te falta.
Error: No se han encontrado entradas.
Asegúrate de que esta cuenta tiene entradas disponibles en instagram.com.
