¿Sientes que no eres quien dices ser y que estás suplantando a otra persona que sí tiene el talento que tú no atesoras? En ese caso, es posible que te interese este artículo, pues es factible que necesites superar el Síndrome del Impostor.
El síndrome del impostor provoca que un individuo se sienta como un fraude. Así pues, cuando recibe un reconocimiento, un elogio, un ascenso o una felicitación o premio, considera que no es merecedor del mismo. Es decir, piensa siempre que no es lo suficientemente bueno para tal agasajo, por lo que otros deberían obtener la consideración que él tiene, pero no él.
Esto provoca una especie de auto sabotaje que, sin saberlo, los afectados se promueven a sí mismo para estar siempre por debajo de lo que, en muchas ocasiones, de forma objetiva, realmente merecen.
La sensación que sienten los aquejados por este problema se sienten siempre como un fraude. Y, lo más curioso es que algunos datos indican que hasta el 70% de los seres humanos nos sentimos así en algún momento de nuestra vida.
Así pues, esta sensación puede ser sentida incluso por personas que, en apariencia, son notablemente exitosas. No obstante, si se tiene como algo temporal, es normal que no se convierta en un problema. Si se extiende en el tiempo, empieza a convertirse en una afección que puede requerir incluso intervención médica y psicológica.
La Doctora Valerie Young ha estudiado en profundidad este síndrome y ha descubierto que no es exclusivo de las mujeres, pero sí mayoritario. Ellas, y también ellos, agonizan por pequeños errores sin demasiada importancia. Incluso trabajando en grupo pueden pensar que todo se ha venido abajo por su culpa. Además, no aceptan bien la crítica, ya que, aunque sea constructiva, la sienten como destructiva, incluso restan mérito a cualquier logro, por complejo que sea.
Este problema afecta a todo tipo de profesiones. Desde empresarios de éxito hasta artistas o estudiantes, muchas personas lo han sufrido. Ahora bien, ¿dónde está el origen del mismo? ¿Por qué una persona sobradamente capacitada puede pensar que en realidad es un fraude?
La base principal está en el miedo al riesgo. La persona que tiene terror a la pérdida de terror, que no quiere que nada se le vaya de las manos, tiene más posibilidades de sufrir el síndrome.
Es común que tengamos verdaderos problemas para escapar de nuestra zona de confort. También es posible que nos expongamos innecesariamente, seamos demasiado perfeccionistas o tengamos unos niveles de auto-exigencia tan altos que son inhumanos. Por eso, cuando se tiene alguno de estos problemas, o todos, es posible caer en el Síndrome del Impostor, ya que se entiende que no se merece el premio otorgado, pues no controlamos nada, o nada es perfecto según nuestros baremos exagerados.
Así pues, expertos como el profesor y psicólogo Evaristo Fernández consideran que este síndrome se relaciona con una especie de pesimismo patológico y defensivo. Son personas que dudan de sus habilidades, poseen expectativas limitadas de los resultados que vayan a obtener y tienen pavor al fracaso.
Otros expertos asimilan el síndrome a la inseguridad. La baja autoestima y la poca confianza en uno mismo, sumados a patrones familiares y de desarrollo negativo ayudan en este sentido.
También encontramos factores profesionales, por ejemplo, las diferencias salariales o el trato que un jefe o un líder pueda dar a uno u otro empleado.
Por eso es necesario que, en caso de que alguien considere que sufre el Síndrome del Impostor, se ponga en manos de profesionales. La charla valiosa, el desprendimiento del ego y de la perfección, el evitar comparaciones absurdas que no llevan a nada y el recibir feedbacks positivos ayudan en este sentido. Por eso consideramos que muchos de nuestros coachs te pueden ser de gran utilidad para paliar este problema. ¿Te apuntas?
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