Dejar de comer azúcar no es fácil. De hecho, existe un componente adictivo que complica más la situación. A ello se suman posibles problemas emocionales y trastornos psicológicos en mayor o menor grado que hacen que abandonar el hábito de abusar de los dulces sea harto difícil.
Así que, no te rindas, porque tú puedes. Si sigues una serie de consejos sencillos que todos podemos ir llevando a la práctica poco a poco para cambiar el mal hábito, lograremos alcanzar un éxito notable si nos servimos de la paciencia y el sentido común.
Y, recuerda, si ves que la situación te supera y no te ves capaz, puedes apostar por ayuda profesional.
No conviene comenzar con un cambio brusco en la alimentación. Es mejor hacerlo de forma gradual, poco a poco, reduciendo la cantidad de azúcares que ingerimos a lo largo del día.
Si se hace de forma brusca, se puede padecer síndrome de abstinencia, lo que, más adelante, provocaría que nos atiborremos, que suframos cansancio y mal humor, problemas de concentración e incluso dolores de cabeza.
Si comenzamos el día con un desayuno fuerte, rico en proteínas, el resto de la jornada será más llevadero y no tendremos tanta hambre. Es importante reforzar la sensación de saciedad desde primera hora de la mañana reduciendo el apetito con comidas constantes que sean más saludables y que no aumenten los niveles de glucosa en sangre.
A lo largo de las comidas principales del día, buscaremos un equilibrio. Suele ser interesante evitar los alimentos demasiado procesados. De hecho, cuanto más natural sea la ingesta, tanto mejor.
Podemos elegir la ingesta de verduras acompañadas de algo de proteína, ya sea en forma de carne o de pescado, a ser posibles, blancos y azules en ambos casos. Añadiremos cereales, pues siempre son interesantes para evitar el hambre y aumentar la sensación de saciedad.
Una forma de compensar y contrarrestar el peso del azúcar en tu cuerpo es tomando alimentos ricos en grasas saludables y proteínas. En este caso, se suele recomendar el consumo de aceite de oliva, aguacate, carnes magras, etc. Ahora bien, tomando en consideración que la ingesta ha de ser moderada.
Como decimos, un gran problema en el consumo de azúcares lo encontramos en los alimentos excesivamente procesados. Por eso, poco a poco, iremos desechando este tipo de alimentos y los cambiaremos por otros más naturales, que también ingeriremos con cocinados sencillos, como planchas, cocciones, hornos, etc. Evitaremos los fritos en la medida de lo posible.
Poco a poco, iremos introduciendo la fruta en los menús. Es importante, ya sea en el desayuno, en los postres, para meriendas… El caso es que aprovechemos este dulce para que a nuestro cuerpo no le falte azúcar, pero en estado saludable.
Es algo natural. Si tomas comidas muy saladas, es probable que luego quieras alimentos muy dulces. ¿Qué productos tienen más sal? Es posible que lo hayas adivinado: los procesados y muy industrializados, que son ricos en grasas y sodio.
Las harinas muy refinadas están compuestas por una gran cantidad de carbohidratos simples. ¿Qué sucede con esto? Que elevan los niveles de azúcar en sangre, que se disparan, y hacen que tu organismo pida cada vez más. Sin embargo, son elementos de baja calidad que no se deberían consumir bajo ningún concepto o solo en cantidades muy pequeñas.
Y, cómo no, es conveniente que hagas mucho deporte. La actividad física reduce la tensión y el estrés, situaciones que suelen animar a la gente a ingerir demasiado dulce. Pero si somos regulares con la práctica deportiva, lograremos reducir tanto el nivel de azúcar en sangre como las ganas de comer azúcares excesivos.
¿Tienes ya claros y anotados estos 9 consejos para dejar de comer azúcar? Pues ya sabes, ponte manos a la obra. Cuanto mejor te alimentes, más feliz serás. Y, recuerda, si con todo esto ves que, aun así, no puedes, tienes un enorme listado de coachs profesionales en nuestra plataforma que te ayudarán a que vivas tu vida de una manera más bonita, más plena y mucho más saludable. ¡Te esperamos!
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