El coaching cognitivo, también llamado coaching cognitivo conductual o CCC (nada que ver con la famosa entidad de cursos a distancia) es una metodología excelente para conocerse mejor a sí mismo. Veamos en qué consiste.
El coaching cognitivo conductual
Lo dicho, el CCC, desarrollado a principios de 1990, suma disciplinas conductuales y cognitivas de la psicología para facilitar la solución de problemas y permitir que el cliente o coachee encuentre métodos de respuesta adecuados ante situaciones complejas o en apariencia irresolubles o enquistadas.
Por normal general, el coaching conductual o cognitivo se recomienda para:
- Superar problemas prácticos o de comportamiento.
- Alcanzar objetivos y metas.
- Reducir el estrés.
- Hacer frente a bloqueos emocionales.
- Superar miedos, sobre todo el miedo al cambio.
- Mejora y optimización del rendimiento.
- Aumento de la capacidad de recuperación psicológica.
- Mejora del bienestar.
Podemos observar que son muchas las ventajas y las soluciones que aporta el coaching cognitivo. Basado en la psicología cognitiva y la psicología conductual, se centra en el estudio de la concentración, la memoria, los conceptos y los procesos informativos.
Cuándo aprovechar el coaching conductual
¿Qué personas se pueden aprovechar de las bondades de esta técnica? ¿Cuándo es interesante someterse a un proceso de coaching cognitivo? Echa un vistazo a estas situaciones, que son las que más se suelen presentar:
- Personas sometidas a elevados niveles de estrés y presión.
- Gente que sufre por sus comportamientos o pensamientos negativos.
- Empleados y directivos que quieren optimizar al máximo sus competencias.
En definitiva, el coaching ayuda a esas personas que quieren dar lo mejor de sí mismas. De esta forma pondrán a su propio cerebro a su servicio para controlar sus vidas, mejorar sus capacidades de resolución de conflictos y elevarse por encima de cualquier acontecimiento o circunstancia viviendo el momento y observando todo con un prisma positivo y responsable.
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