Cómo te ayuda el coaching a ser un buen líder - somoscoaching.com
2 junio 2022

Toda organización que aspire al éxito requiere de la dirección de un buen líder. Ahora bien, ¿cómo se construye un líder? ¿Se hace o se nace? ¿Tiene una serie de dones naturales, o los aprende a medida que se forma?

En realidad, el liderazgo es una habilidad que se puede aprender, aunque también hay personas que, por la educación y formación recibida, incluso por su propia herencia genética, podría llevarlo “en la sangre”.

Sea como fuere, y dado que el liderazgo se puede ir adquiriendo a medida que crecemos desde un punto de vista personal y profesional, hemos de entender que el coaching puede ser una herramienta muy poderosa en dicha adquisición.

De esta forma se puede mejorar la alianza entre un buen líder y sus colaboradores. Es decir, el coaching facilita la creación de lazos entre las personas responsables de empresas, departamentos o secciones corporativas, y los trabajadores y empleados que forman los grupos a sus órdenes.

Por todo ello consideramos tan importante el liderazgo en la actualidad. Las organizaciones muestran una constante necesidad de elevar el rendimiento de sus plantillas. Para eso requieren de figuras que, además de motivar, sean capaces de inspirar. Solo así se alcanzan los objetivos planteando previamente las mejores y más sabias estrategias de acción.

El coaching y el líder

El coaching es un término que procede del término coach, es decir, entrenador. Así pues, consiste en dar instrucciones a una persona para que, a través de la interacción, dicha persona considerada cliente o coachee sea capaz de mejorar en cualquier situación que le preocupe.

Entre coach y cliente se crea una retroalimentación compuesta por mensajes y feedbacks que requieren de escucha activa y gran confianza. Así se generan situaciones de mejora basadas en la conciencia y en la responsabilidad.

La relación entre liderazgo y coaching, por tanto, presenta una serie de motivaciones que consideramos claves:

  • El coach muestra al líder que su trabajo ya no se basa en órdenes. Es decir, no es la figura que exige, sino que es la persona que motiva, da buen trato y, por tanto, logra lo mejor de cada individuo a su cargo.
  • Así pues, el coaching mejora el rendimiento personal de todos los implicados en un proceso. A colación del líder, este será quien actúe como factor clave en la motivación de su personal.
  • Un buen líder refuerza a sus colaboradores, mejorando su autoestima y su confianza en sus propias posibilidades. 
  • El liderazgo requiere de la adquisición constante de nuevas habilidades para afrontar los retos organizacionales actuales en entornos globalizados en cambio perenne.

Las habilidades de un buen líder

Dicho esto, ¿qué habilidades debe presentar un buen líder para lograr el éxito? Aceptando pasar por un proceso de coaching, se pueden obtener competencias necesarias para enfrentarse a la dirección de un proyecto, un grupo de trabajo o una empresa al completo.

Autoconciencia

La autoconciencia del líder es la capacidad que demuestra para estar presente, para ser consciente de cuanto sucede en su mente. Es decir, es una persona que conoce su cuerpo, su cerebro, sus emociones y el ambiente que le rodea.

¿Por qué es importante? Porque así, el líder es capaz de expresarse de forma multidimensional, desde un punto de vista racional, pero también emocional y corporal.

Un buen líder identifica la información que recibe del entorno y de su propio cuerpo. De esta forma puede observar su interior, y también escuchar de forma activa a los demás.

Sin una autoconciencia equilibrada y plena es difícil desarrollar una inteligencia emocional adecuada. Por tanto, para automotivarse, y también para motivar a los demás creando un ambiente adecuado, es importante ser consciente de uno mismo, de manera que se sepa reaccionar de forma correcta a cada situación que se presente.

Un líder debe ser una persona consciente de lo que sus emociones generan en sus pensamientos. Además, sabe lo que estas manifiestan en su cuerpo, en su comunicación no verbal.

Así pues, el líder no reacciona de forma impulsiva, seguido por sus impulsos y preocupaciones. Eso podría dañar el clima laboral, en especial, en épocas de estrés elevado, por ejemplo.

Inteligencia emocional

Es decir, siguiendo lo que se comentaba en el párrafo anterior, un líder es capaz de reconocer sus emociones, por lo que las maneja bien para no transmitir estrés, mal humor, ira u otras emociones a sus colaboradores.

Así pues, un líder es una figura que no se pone de perfil, no deja que las emociones lo manejen y, en efecto, no se cierra a la escucha activa ni se pone a la defensiva. Gracias a su amplia inteligencia emocional es percibido como una persona equilibrada que tiende a tomar decisiones justas, y así se entiende por parte de sus empleados.

De esta manera, todo cuanto ha de manifestar el buen líder lo hace de forma verbal, con calma, bien expresado, con justicia y ecuanimidad. Todo ello gracias a un manejo óptimo de sus emociones, que no influyen de forma manifiesta en sus elecciones.

Empatía

De la misma forma, y en relación directa con la inteligencia emocional y la autoconciencia, encontramos otra habilidad clave para el líder y, en realidad, para cualquier persona. Se trata de la empatía.

Un buen líder empatiza con los demás. Pero, ¿sabemos con exactitud qué es la empatía? Al contrario de lo que muchas personas piensan, no se trata solo de entender cómo se sienten los demás una vez nos ponemos en su lugar. Hay más y es importante.

Así pues, encontramos a una persona que entiende las emociones de los demás, las percibe de forma clara y nítida. Ahora bien, además de ponerse en el lugar de los demás, no se puede dejar llevar por las emociones negativas y los sentimientos de otros individuos, pues si lo hiciera, no podría trazar el mejor plan de acción para ayudar.

Así pues, conecta y expresa lo que sabe que otros sienten. Es decir, se pone en sus zapatos sin enjuiciar, pues gracias a eso se convierte en una figura fiable, confiable, en la que sabemos que nos podemos apoyar.

El líder empático y carismático percibe emociones, escucha a los demás. A partir de ahí, realiza las preguntas adecuadas y lanza los comentarios necesarios que permitan el crecimiento positivo, apoyándose en su lenguaje verbal y no verbal.

Además, será la persona que esté atenta a los cambios emocionales de sus colaboradores. De esta forma podrá aportar de forma adecuada. Por ejemplo, para limitar situaciones de tensión, para resolver conflictos. En definitiva, para actuar de forma objetiva y creativa en todo tipo de situaciones que se puedan presentar. 

Compromiso

Obviamente, el líder es la primera persona que se debe comprometer con su trabajo, con su grupo y con su proyecto. Por eso se convierte en ejemplo para los demás, por lo que cubre las necesidades del equipo y actúa como activo, como un miembro más, y como motivador optimizado para todo el equipo.

Sentido del humor

Puede parecer absurdo, y sin embargo no lo es en absoluto. Un líder dotado del sentido del humor sabe cómo crear un ambiente liviano y llevadero incluso en los momentos más tensos y de mayor estrés.

El humor siempre ha sido una herramienta poderosa para crear buenos ambientes. No pensemos que una persona es más profesional por estar de forma constante seria y sin sonreír, pues nada tiene que ver.

Así pues, el sentido del humor del buen líder crea ambientes de confianza en los que la liviandad y la energía positiva priman sobre la tensión, la vulnerabilidad y el miedo. Por tanto, para establecer espacios de complicidad y camaradería, no olvidemos reír cuando sea conveniente para aligerar los momentos más complejos de todo proceso productivo.

Humildad

Un buen líder sabe ser humilde y, por supuesto, entiende la necesidad de compartir los éxitos con todo su equipo, pues el grupo al completo ha participado y ha sido parte del triunfo.

Dicho esto, un líder humilde entiende que, aunque esté al mando de un equipo de trabajo, todos los miembros son importantes. Por tanto, no solo creará entornos de confianza, también sabrá pedir ayuda cuando sea necesario, generará ambientes de autenticidad y, por supuesto, hará entender al resto de sus colaboradores que todos son importantes y que el objetivo final depende de todos y cada uno de ellos.

Mostrar la valía de las individuales y sus aportes al grupo como equipo será otra labor clave de la persona al mando. Da igual el lugar en la jerarquía que ocupe cada empleado y el rol que tenga, todos han de sumar para conseguir las metas propuestas con el mayor éxito posible.

Escucha activa

El buen líder sabe escuchar a todos sus colaboradores. Más allá de la poderosa opción de hacer las preguntas adecuadas, también está la posibilidad de entender qué se le quiere decir.

Además, cuando hablamos de escucha activa, no solo nos referimos a entender qué se nos comunica mediante el lenguaje verbal. También es clave desentrañar qué se comunica por medio del lenguaje no verbal, por medio de gestos, inflexiones corporales, etc.

Dicho esto, las personas curiosas que se preocupan de conocer su entorno y quienes lo forman pueden alcanzar reflexiones poderosas, se interesan por los demás e interpretan de manera adecuada los anhelos y necesidades de su gente. De esta forma pueden alcanzar conclusiones notables que ayudan a motivar de forma correcta a sus colaboradores, sacando la mayor productividad posible de cada uno de ellos.

En cualquier caso, las preguntas y las escuchas activas de las mismas tienen que invitar a la reflexión, a la amplitud de miras y a la búsqueda de nuevas y novedosas perspectivas. Por tanto, bajo una pátina de sencillez, encontraremos cuestiones concisas y abiertas que, en realidad, aportan mucha información.

Creatividad

No esperes resultados novedosos si aplicas siempre las mismas soluciones a idénticos problemas. Así pues, la creatividad es otra de las habilidades que van a mostrar los buenos líderes.

Pero no solo la persona que dirige un equipo de trabajo ha de mostrarse creativa. También ha de fomentar dicha competencia entre su equipo. Así pues, pondrá a disposición de los colaboradores herramientas e instrumentos que permitan abrir espacios de aportación novedosa y diferente en los que todos sean escuchados. Las opiniones serán tenidas en cuenta por el líder, aunque tenga la última palabra.

Así pues, el líder es creativo, y también se preocupa de que su gente lo sea. De esta forma se pueden localizar nuevas fórmulas de crecimiento, resolución de conflictos y soluciones adecuadas a cualquier situación inadecuada que se presente para alcanzar el éxito superando cualquier obstáculo.

Comunicación efectiva

Una habilidad más que mostrará el buen líder, pues ha de ser un comunicador efectivo. De esta manera, cualquier cosa que tenga que transmitir a su equipo llegará en forma de mensaje claro y diáfano, sin malas interpretaciones y sin ruidos que desvirtúen el contenido y el continente.

Es decir, la comunicación entre el buen líder y sus colaboradores ha de ser siempre efectiva y directa, sin que el mensaje sufra cadencias y pérdidas de información en el recorrido que hace por medio de los canales adecuados para que llegue tal cual a las personas interesadas.

Por tanto, el líder suele comunicar directamente a su gente, sin apoyarse en terceros que, por cualquier motivo, pudieran desvirtuar la información.

Para ello, además, utiliza la escucha activa y empática, y también la asertividad, respetando a sus compañeros, entendiendo las respuestas y los feedbacks, etc., poniendo toda la atención en el lenguaje verbal y no verbal de los demás.

El coaching: una herramienta que forja grandes líderes

¿Cómo adquirir esta serie de habilidades para convertirse en un buen líder? El coaching es un vehículo fantástico para alcanzar un nivel óptimo de competencia en el campo del liderazgo efectivo.

Si consideras que puedes llegar a ser un gran líder que se encargue de equipos productivos y de alta eficiencia capaces de aportar un elevado valor añadido a cualquier proyecto, es hora de que contactes con cualquiera de los excelentes coaches que tienes disponibles en nuestra plataforma. Haz clic en este enlace, habla con el que mejor se adapte a tus necesidades y comienza a progresar hoy mismo en la excelencia de tu carrera profesional.

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