¿Sabes cómo ser feliz según la ciencia? Son muchas las personas que aspiran a encontrar la felicidad en su vida. Ahora bien, ¿de qué estamos hablando exactamente? ¿Hay una respuesta real a esta cuestión que tanto preocupa a millones de seres humanos en todo el mundo?
Debemos añadir que, si la ciencia ha realizado muy diversos estudios al respecto de la felicidad, es de suponer que, en verdad, sí que podemos llegar a ese estado maravilloso en el que todo parece ir bien.
En cualquier caso, es difícil definir el estado feliz. No obstante, la Universidad de California en Berkeley, por ejemplo, sí que cree en ello, de ahí que ofrezca un curso llamado La ciencia de la felicidad en el que se puede estudiar el asunto de ser feliz según lo que se sabe hasta la fecha.
También conviene en este punto nombrar al considerado como psicólogo de la felicidad. Tal Ben Shahar es profesor en la prestigiosa Universidad de Harvard y ha estudiado y pensado mucho en ello. Buen ejemplo de eso lo puedes ver en este artículo, en el que el formador ofrece claves únicas y propias para que consigamos encontrarnos mejor cada día.
La ciencia nos informa de que, para ser feliz, hemos de evitar ciertas circunstancias perjudiciales para nuestra salud. Por ejemplo, el tener que escapar de la soledad, del enfado y del miedo constante, para lo que hace falta reducir el nivel de estrés y ansiedad, por ejemplo. También recomienda vivir con entusiasmo, dejándonos asombrar, y recibiendo y dando muestras de afecto.
Para todo ello es requerido, entre otras cosas, aumentar la satisfacción, potenciar los vínculos comunitarios y disfrutar de cuanto nos rodea.
Hemos hablado de Tal Ben Shahar, y no es el único nombre importante en este punto. También la profesora Emiliana Simon-Thomas ha trabajado con ahínco en la felicidad de los estudiantes desde su posición en la ya citada Universidad de California en Berkeley.
Ambos advierten de un detalle: ser feliz no implica que estemos todo el día sonriendo, pues no es eso. En la vida debe haber momentos duros, de tristeza, en los que hay otras emociones que toman el control. Pero todo ello no quiere decir que no se puedan interpretar, entender y superar. Y es que, la felicidad, en este caso, sería más bien una manera diferente de ver el mundo, que se enfoca en la calidad y en el bienestar.
Dicho esto, comencemos a entrar ya en materia. En primer lugar, vamos a ofrecer algunos pasos que recomienda la ciencia para saber cómo ser feliz de manera sencilla y simple.
Cada vez más estudios hablan de la importancia de las conexiones sociales. La familia, los amigos, la comunidad… Establecer relaciones significativas con personas que nos importan es muy necesario para encontrar la felicidad real.
Estas relaciones, además, también tienen impacto significativo en el bienestar físico. Es decir, nuestro cuerpo estará mejor, igual que nuestro cerebro.
Buen ejemplo de ello es el estudio llevado a cabo en el seno de la Universidad de Harvard que se acerca ya a los 100 años de duración y que analiza las relaciones de centenares de estudiantes, de sus descendientes y de los descendientes de sus descendientes.
En todos ellos han observado la necesidad de potenciar el factor humano, familiar y comunitario, para alcanzar niveles elevados de felicidad, tanto entre los amigos como entre hermanos, padres, abuelos, etc.
Vamos con otro de los grandes psicólogos que estudian la felicidad en profundidad. Su nombre es Martin Seligman y trabaja duramente desde el Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos.
Según Seligman, una de las mejores formas para saber cómo ser feliz en expresar agradecimiento. Y, para ello, el experto recomienda que, al final de cada jornada, dediquemos unos minutos a pensar en todo lo bueno que nos ha ocurrido durante el día.
Este gesto tan simple ha demostrado ser capaz de reducir los niveles de ansiedad y depresión, y, por ende, mejorar la felicidad de las personas que lo usan.
Miles de pensamientos inconscientes que pasan por nuestro cerebro son negativos. Esto es algo relativamente común, ya que es una especie de mecanismo de autodefensa que no podemos controlar. Sin embargo, si logramos convertir algunos de ellos dándoles un enfoque positivo, estamos en disposición de lograr grandes hazañas, como ser más felices gracias a la consciencia de lo positivo que hay en nuestra vida, lo que a su vez nos lleva a repetir y querer repetir esas experiencias y sensaciones buenas.
Echar una mano a personas que lo necesitan también es una fórmula que recomienda la ciencia para que encontremos mayor grado de felicidad. Los actos de bondad aleatorios son buenos para nosotros, no solo para la persona que recibe nuestro apoyo.
Ayudar a otra gente mejora situaciones de depresión, ansiedad y estrés. Y es que, cuando lo hacemos así, nos sentimos parte del mundo que nos rodea, lo que nos confiere mayor seguridad y facilidad para expresar y recibir gratitud.
No son pocos los expertos que señalan a los humanos como criaturas capaces de ser altruistas por naturaleza, por lo que encontramos que ayudar a otros nos sirve para recibir recompensas que mejoran nuestro bienestar.
Si sabes cómo ser feliz, sabrás también que la felicidad empieza por uno mismo, por lo que hemos de cuidarnos y prestarnos atención. Pero, a su vez, hay que tener cuidado, pues no hemos de caer en un estado de narcisismo excesivo o exacerbado.
La manera correcta de prestarnos atención es sintiendo emociones, sabiendo entenderlas y manejarlas, aceptándonos tal y como somos, mejorando lo malo que tenemos y potenciando lo bueno, no juzgándonos con excesiva severidad y sabiendo cuándo somos el centro de atención y cuándo hay que dejarlo en manos de otras personas.
A veces, ciertos individuos no son nada compasivos consigo mismos, y mucho menos poseen indulgencia para con su persona.
Potenciamos nuestros errores y y somos presa de nuestro pasado, pues si nos anclamos en algo en lo que fallamos antaño, no podremos mirar con esperanza al futuro ni vivir nuestro presente con plenitud y felicidad.
Hoy en día, son muchas las personas que viven a todo trapo, por hablar de una forma gráfica y popular. Tenemos muchísimas responsabilidades y grandes ocupaciones que nos roban vida en exceso.
Pensemos por un momento en una persona cualquiera: seguro que tiene trabajo, familia, responsabilidades varias… Tenemos que cuidar a los niños, hacer la compra, mantener la casa, cumplir con las obligaciones laborales, estar atentos a mil detalles y, así, un largo etcétera que parece no acabar nunca.
Si entramos en esta situación, es posible que veamos que apenas tenemos tiempo que dedicarnos, como si no existiese vida más allá de las responsabilidades. Esta situación, como podrás imaginar, provoca una honda insatisfacción y una perenne sensación de que no disfrutamos, de que el tiempo se nos escapa de las manos sin que podamos remediarlo.
Pues tenemos que hacer cuanto esté en nuestro poder por evitar una situación similar. Porque las prisas dan lugar a agobios, y eso puede desembocar en cuadros de estrés y ansiedad.
Por eso se recomienda que seamos tranquilos, desarrollando toda nuestra potencialidad sin prisas, trabajando en nuestras habilidades buscando el equilibrio por medio de una correcta gestión del tiempo, lo que ha de estar balanceado con el tiempo de descanso. Todo ello redundará en una mayor productividad, mejor concentración y, a su vez, felicidad plena.
Otro detalle clave que hemos de tener muy en cuenta. El descanso adecuado es necesario para que nuestro cerebro se relaje, pueda dar el 100% mientras dure la vigilia y esté preparado para dotarnos de esa felicidad que necesitamos.
La cantidad y calidad del sueño son elementos clave. Si quieres saber cómo ser feliz, no olvides que, mientras dormimos, nuestro cerebro está muy activo. Los recuerdos del día, sobre todo los desagradables, se van procesando por medio de la amígdala. Los positivos, por su parte, van a través del hipocampo. Así que, si esta última parte de tu cuerpo está afectada, y no tanto la amígdala, tendremos ánimos negativos, dormiremos peor y, por tanto, estaremos con en malas condiciones durante el día.
El ejercicio físico es una actividad que mejora mucho los estados depresivos. En este caso, hay numerosos estudios llevados a cabo por científicos de prestigio de todo el mundo que ya han demostrado de sobra que somos más felices si evitamos la vida sedentaria.
Haremos la actividad en la medida de nuestras posibilidades. Si sufrimos alguna afección específica o tenemos ya cierta edad, algo tan sencillo como salir a caminar será suficiente. En cualquier caso, es interesante descubrir qué deporte nos apasiona para practicarlo, al menos, tres veces por semana.
Ya hemos hablado de la importancia social y de la necesidad de establecer relaciones significativas, tal como recomiendan Ben Shahar, Seligman y otros expertos en el campo de la felicidad.
Ahora bien, pese a tener reconocimiento y cariño por parte de la comunidad y de la familia, siempre son necesarias esas personas más cercanas, más próximas, aquellas con las que tenemos relaciones realmente íntimas.
El afecto y el cariño que nos profesan nuestras parejas, nuestros padres, nuestros hermanos o esos mejores amigos es siempre necesario y, para saber cómo ser feliz según la ciencia, debes tener claro este concepto. Por tanto, esa gente con la que compartir confidencias, sea una persona o sean cinco o seis, son importantes en este punto.
Ya hemos comentado el mal que hace el sedentarismo excesivo en el cerebro humano. Por eso, ya sea para hacer ejercicio, para quedar con amigos o simplemente para dar un paseo cordial y agradable, es importante salir de casa, aunque solo sea para que nos dé un poco de aire fresco.
Hay evidencias de que una caminata de solo 20 minutos al aire libre en un espacio sano ejerce una gran influencia en nuestro cerebro y mejora de manera notable nuestro estado de ánimo.
Desde la Universidad de Sussex, de hecho, ubicada en Reino Unido, nos informan según los resultados de un estudio de la necesidad de pasear por lugares verdes, cerca del mar o con temperatura cálida. Ese efecto del entorno rural, por ejemplo, no es tan marcado en las zonas urbanas. Sea como fuere, siempre podemos hacer una excursión, ¿verdad?
Guarda tiempo para tu diversión, para tu asueto y para hacer actividades significativas que te entretengan y te apasionen. Puede ser el deporte, o algún hobby, incluso echar un rato de conversación con buenos amigos… Lo que sea que te haga estar más feliz y pleno.
El tiempo libre es necesario para todo ser humano, tanto el que se plantea como el que surge de forma espontánea. Así que, si un día tienes un rato para pasar con amigos, aunque no estuviera planeado, no lo desaproveches, pues esos recuerdos positivos, además, quedarán en tu mente para siempre y te harán más feliz y pleno.
El sentimiento de satisfacción que surge de estas actividades es muy grande y, a veces, se prolonga durante varias semanas en las que serás más feliz. Y, más allá de eso, como decimos, será un recuerdo imborrable que te acompañará toda la vida.
Ya sabes cómo ser más feliz según la ciencia. Y es que, aplicando también estos datos aportados por estudios e investigaciones profesionales, podemos hablar de la importancia del coaching para encontrar esa felicidad que tanto nos cuesta localizar.
Un coach es un experto que sabrá guiarte durante un tiempo para que extraigas lo mucho y bueno que hay en ti, pero que tal vez por tu cuenta y riesgo no eres capaz de encontrar.
Recuerda, ahora que tienes claro cómo ser más feliz según la ciencia, encuentra el apoyo profesional necesario de la mano de cualquiera de nuestros coaches y disfruta de una vida plena y maravillosa.
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