Crear un espacio de trabajo productivo es una de las grandes finalidades de toda empresa o freelancer. Se puede improvisar una oficina o se puede optar por un lugar acondicionado. Sea como fuere, lo importante acabará por ser la actitud. Ahora bien, existen otros elementos a considerar y que queremos enumerar a continuación.
En empresas o como autónomos, tenemos que crear espacios de trabajo que nos permitan optimizar las horas que pasemos en ellos. Para eso, para ser más productivos y profesionales, tendremos en cuenta estas claves. Toma nota.
Buscaremos un lugar ideal para nosotros. Puede ser en la oficina, en casa… Lo importante es que tenga todo cuanto nos vaya a hacer falta para lograr nuestros objetivos. Por ejemplo, mesa amplia, luz bien preparada, estantes a la mano, salidas a la calle para recibir aire fresco y que esté bien ventilado… Y, por supuesto, apuesta por asientos ergonómicos que no te destrocen la espalda.
Es conveniente que tengas a mano y ordenado todo cuanto puedas necesitar. El trabajo offline también es necesario, así que, si requieres de lápices, bolígrafos y demás complementos, asegúrate de que no te tienes que levantar constantemente para buscarlos.
Un lugar de trabajo ordenado siempre es conveniente. Sobre todo si es un despacho en el que se hacen reuniones, entra y sale gente constantemente, etc. Por eso es necesaria una correcta organización de todos los enseres.
¿Qué facilita que hagas mejor tu trabajo? Para concentrarte, además de un lugar inspirador y organizado, puede ser útil poner música. Así pues, no es mala idea crear tu propia lista de reproducción que sepas que te ayuda en esta labor.
Otras personas usan sonidos, como el ruido de la lluvia al caer. Hay quienes necesitan un silencio total. Tú, según tus necesidades, haz tuyo este apartado.
No, en efecto, no es algo a despreciar. Es importante que el aroma sea agradable e inspirador para que la productividad crezca. Por ejemplo, usando aceites esenciales y velas perfumadas. El olor a incienso y otros productos, incluso un simple ambientador, ayuda a crear un espacio más cómodo para todo.
Crear buenas sensaciones con aromas como lavanda, jazmín, canela o limón, aporta equilibrio. Para que el lugar de trabajo posea energía renovada y rezume optimismo apostaremos por esas fragancias que tanto nos inspiran. Así, además, mejoramos la concentración y reducimos la fatiga mental.
El uso correcto del color también puede ser inspirador y, a su vez, productivo. Ahora bien, si no se selecciona bien, irán en detrimento de la consecución del espacio de trabajo ideal.
Apostemos por tonos estimulantes, acogedores, luminosos, calmantes, que propicien la inteligencia y la motivación. por eso conviene usar tonos pastel, amarillos, verdes, grises… Elegiremos según qué queramos conseguir.
Es decir, debemos rodearnos de todo aquello que nos pueda inspirar. Por ejemplo, si nos gusta la vegetación, nos vendrán bien unas plantas. Y así con cualquier cosa. Un poster, un cuadro, una frase que domine el despacho, algo que nos permita rebajar los niveles de estrés cuando acabemos el trabajo, etc. Pensemos en paisajes, fotografías, objetos…
Por último, podemos apostar por cambios esporádicos. O sea, cuando te apetezca variar tu entorno, o irte tú mismo a otro lugar, hazlo. Toma un café, respira algo de aire fresco y mueve tu cuerpo cada cierto tiempo para que no se te caigan las paredes encima, como se dice popularmente.
Ahora que sabes cómo crear un espacio de trabajo productivo y que has visto que es muy fácil, ¿a qué esperas? Si necesitas más ayuda, nuestros coachs expertos estarán encantados de echarte una mano. Confía en los que saben.
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