El síndrome del quemado, también conocido como síndrome del burnout, es un problema grave asociado al desgaste profesional que sufre una persona en su puesto de trabajo.
No siempre es fácil combatir una situación de hastío laboral. Sin embargo, es clave poner solución cuanto antes, pues de persistir, podría desencadenar problemas psicológicos más graves, como las temidas depresiones.
Además, este síndrome afecta al individuo en todas las facetas de su vida. No solo lo pasa mal en el puesto de trabajo. Finalmente, provoca que no disfrute de su tiempo libre, perjudica la vida familiar, el bienestar con los amigos, impide un correcto descanso…
Por lo general, muchas personas apuestan por cortar por lo sano y dejar el trabajo. También las hay que aguantan por miedo a no encontrar otro empleo, o simplemente porque no ven otra salida posible. Sin embargo, encontramos más posibilidades para subsanar un síndrome del quemado o burnout. Veamos.
Existen métodos que ayudan a combatir el síndrome del quemado, y que ayudan a que tengas una vida laboral más plena. Ahora bien, no siempre es sencillo y, lo que es más importante, a veces requiere de ayuda profesional.
Si ves que por tu cuenta no logras mejorar tu bienestar laboral, opta por estas medidas que te pueden servir. Y, si tampoco lo consigues con una o varias de ellas, apuesta por los profesionales del coaching que encuentras en nuestra plataforma.
Los seres humanos tenemos cierta tendencia al no puedo, no soy capaz, me supera. Sin embargo, a veces, o casi siempre, es mejor apostar por el cómo lo hago. Esto nos ayuda a desarrollar la creatividad, muy útil para resolver problemas y para encontrar nuevas soluciones a problemas más o menos comunes.
Tenemos que trabajar los hábitos diarios, pues son perfectos para evitar caer en estados carenciales de bienestar. Son la herramienta perfecta para combatir el hartazgo.
De esta forma, la necesidad de tomar decisiones se reduce. Y es que, comer de forma saludable o acudir diariamente al gimnasio nos hace sentir mejor y evita que tengamos que estar pensando en qué es mejor o peor. Todo ello redunda directamente tu bienestar, tanto físico como mental. De ahí la importancia de convertir estas actividades en hábitos.
Es común que muchas personas se planteen grandes objetivos, algunos, casi imposibles de conseguir. Por eso conviene apostar por metas más bien pequeñas, que se logren con mayor o menor esfuerzo, pero que vayan sumando hacia el final, la obtención del gran triunfo.
Evita frustraciones y estreses innecesarios. Todo ello hace que tu bienestar en el trabajo aumente.
Sabemos que no es una tarea sencilla. No somos inocentes en esto. Ahora bien, tú eres dueño de tu destino y de lo que te ocurre. Así que, en realidad, sí que existen cosas que puedes hacer para que tu funcionamiento en el puesto de trabajo mejore.
Piensa, por ejemplo, en mejorar tus relaciones con tus compañeros a través de un comportamiento más empático y solidario. Añade tener un puesto de trabajo ordenado y limpio. Pasa menos tiempo en la cafetería y cámbialo por salidas al aire libre. Fuma menos si lo haces y, sobre todo, descansa bien por las noches para enfrentarte con frescura a tu profesión cada día, sin cansancio, con todos tus sentidos alerta.
Todas estas técnicas son buenas para saber cómo combatir el síndrome del quemado. Ahora bien, es un tema complejo que, en ocasiones, exige la toma de decisiones más drásticas. Por eso conviene apoyarse en la ayuda de profesionales cualificados. Echa un vistazo a nuestro catálogo de coaches expertos y encuentra al tuyo. Juntos haréis grandes cosas.
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