Gestionar el tiempo de forma correcta es un acicate para vivir con mayor libertad. A veces, el procrastinar en exceso, el hacer tareas poco productivas y el ir dejando todo lo importante y pesado para luego provoca que seamos poco capaces de optimizar nuestra jornada, tanto a nivel laboral como personal.
Dicho esto, ¿te parece si conocemos algunas estrategias interesantes para gestionar el tiempo de forma correcta? Una buena organización nos ayudará a sentirnos mucho mejor.
Y es que, cuando procrastinamos y dejamos para más adelante tareas que no queremos hacer por su extensión o complejidad, y vemos que no tenemos energías para afrontarlas, no tarda en aparecer el temido estrés. A medida que la bola de nieve se hace mayor, crece el citado estrés, y también nuestro malestar.
Es por ello por lo que siempre abogamos por una correcta administración del tiempo. Porque de esta forma evitamos el malestar y mantenemos una vida más organizada.
Recuerda, además, que los hábitos son necesarios, tanto a nivel personal como orgánico. De esta manera logramos una mayor optimización de cuanto hacemos, estamos más descansados, más lúcidos, y por tanto, somos más productivos.
No olvides que, cuando nos referimos a productividad, no solo hacemos referencia al campo laboral. También en casa hemos de cumplir con nuestras necesidades, sobre todo si tenemos familia. Hay que aprovechar el tiempo de calidad en pareja, con los hijos, etc. Hay que mantener el hogar en condiciones, limpio y habitable. Y, por supuesto, hemos de disfrutar de ratos libres para disfrutar de nuestros hobbies, con nuestros amigos y haciendo aquello que nos gusta.
Cierto es que la gestión del tiempo puede parecer un concepto sencillo y simple. Sin embargo, no es tanta la gente que logra una administración adecuada basada en el sentido común.
Sea como fuere, todos tenemos objetivos en la vida. Algunos son a corto plazo, otros a medio y otros, finalmente, a largo plazo. Por norma general, los objetivos a largo plazo son los más difíciles de conseguir. Hacen falta muchas metas pequeñas para lograr una más grande.
Sea como fuere, la obtención de objetivos solo dependerá de nuestra productividad, y nuestra productividad dependerá de nuestra gestión del tiempo. Es decir, o aprovechamos al máximo las 24 horas del día o probablemente no triunfemos allá donde lo deseamos.
Esto no quiere decir que no valga la pena perder el tiempo de vez en cuando. En ocasiones, no hacer nada en realidad sí que es saber gestionar el tiempo. Dejar que pasen los minutos mientras nuestra mente descansa o hace algo agradable es necesario. Ahora bien, no se debe permitir que esa sea la tónica general de nuestra vida y de nuestro día a día.
Gestionar bien el tiempo es sinónimo de éxito y de calidad de vida. De hecho, luego, cumplidas nuestras labores y obligaciones, nos sentiremos más orgullosos. Eso hará que tengamos un mejor ánimo y una mayor motivación para avanzar en otros logros pendientes.
En cualquier caso, es lógico aspirar a una administración del tiempo adecuada. No obstante, entendemos que muchas personas no tienen claro cómo lograr tal hito. No hay problema, para eso estamos aquí. Nuestros coaches expertos, de hecho, nos ha preparado una pequeña guía que reúne las mejores estrategias para tener éxito en este aspecto. Toma nota de ellas, por favor.
Los ladrones de tiempo, tal y como se denominan, no son personas, son pequeños actos o eventos que, en realidad, nos roban esos minutos importantes que nos van minando día a día y nos hacen ser menos productivos.
¿A qué nos podemos estar refiriendo con este término? Piensa en aquellos ratos que pasas haciendo cosas insustanciales que en realidad ocultan falta de ganas por realizar tareas más productivas pero complejas, o incluso por irte a dormir.
Entre los ladrones de tiempo más comunes que solemos ver encontramos las redes sociales, el WhatsApp, el correo electrónico, los videojuegos y otros elementos que hacen que vayamos retrasando la realización de nuestras verdaderas obligaciones principales.
Piensa por un momento. Si inviertes tres o cuatro horas diarias en navegar por las redes sociales viendo publicaciones de amigos y familiares que no te aportan tanto como debieran, ¿cuánto podrías haber hecho en ese tiempo en lo que respecta a labores productivas, obligatorias, etc.?
Es común que todo cuanto tienes que hacer al cabo del día sea importante, más o menos, pero importante al fin y al cabo. Ahora bien, ¿todo es urgente?
Por ello, a la hora de gestionar el tiempo de forma correcta, hemos de saber con claridad total qué es urgente, pues esas serán las tareas que hemos de priorizar.
Es posible que entre lo importante que hemos de hacer haya cosas que nos gusten más y nos faciliten la motivación. Ahora bien, si no son urgentes, ¿no sería mejor que esperasen a que se acabe antes lo más prioritario?
Por eso, por más que nos pueda gustar poco, hemos de priorizar nuestras obligaciones. Lo primero que haremos siempre será lo que requiera de más premura, por poco que nos apetezca.
Además, hacer antes las tareas más complejas, cuando todavía estamos más frescos, con mayor energía y con la mente más lúcida, es recomendable en todo momento. Luego, a medida que avance la jornada, haremos labores más sencillas que requieran de menor concentración.
Otro punto clave que hay que considerar para la buena gestión del tiempo. Crear un plan diario que nos ayude a gestionar el tiempo será necesario. Por eso, ya lo hagamos de manera semanal o cada día, debemos dedicar al menos 30 minutos a la realización de una lista de tareas remarcando la prioridad de cada una de ellas.
Una vez tenemos organizado todo el trabajo a llevar a cabo, la priorización y la llevanza será más fácil. Ahora bien, debe ser un plan concreto y realizable, estableciendo un listado de tareas que sepamos que podemos hacer. Si no, podría provocar frustración por sentirnos incapaces. Recuerda ser realista.
Como ya hemos comentado, las rutinas y los hábitos son muy necesarios para disfrutar de una vida más plena. Por ejemplo, si queremos descansar bien, de forma holgada y placentera, hay que trabajar en irse todos los días a la cama a la misma hora. Así, nuestro cuerpo y nuestro cerebro se acostumbrarán y sabrán que ha llegado el momento de relajarse y recobrar energías para afrontar la siguiente jornada.
Obviamente, una vez que hemos diseñado toda una estrategia de rutinas para optimizar el uso del tiempo del que disponemos, hay que cumplir. De nada sirve esquematizar nuestras tareas diarias si luego no le hacemos caso a dicho esquema.
Así pues, gestionar el tiempo de forma adecuada implica seguir dichas rutinas, cumplir con nuestros hábitos y trabajar en este ámbito hasta que todo vaya rodado.
Debemos establecer límites para cada tarea que hacemos al cabo del día. Es decir, si vas a responder a emails, ponte un tiempo predeterminado para tal labor. Por ejemplo, durante los próximos 20 minutos leeré correos electrónicos importantes y contestaré aquellos que considere prioritarios.
Hazlo así con todo. El tiempo que durarán tus reuniones, los ratos de descanso, las tardes o noches con tu familia… El día a día se hará más llevadero y evitarás tener jornadas maratonianas en las que parece que no da tiempo a nada porque cada tarea se alarga hasta más allá de lo que te puedes permitir.
Si no organizamos un esquema temporal adecuado, permanecerá en nosotros la sensación de que se nos ha ido la jornada y no la hemos aprovechado. Esto, día tras día, podría producir fenómenos como el estrés laboral, por ejemplo.
La organización adecuada facilita la productividad. Si vivimos en entornos ordenados y disfrutamos de un hogar bien cuidado donde todo está en su sitio lograremos una correcta gestión del tiempo.
Los lugares organizados facilitan que encontremos todo aquello que necesitemos mucho más rápido y de manera más cómoda. Esto reduce el estrés por no dar con algo, por ejemplo, un informe, unas llaves…
Así pues, el orden es vital para generar productividad porque acorta los tiempos de todo cuanto hemos de llevar a cabo. Por todo eso, cuida tu mesa de trabajo, tu hogar, tu despacho…
Posponer labores, sobre todo si son importantes, no suele conllevar nada bueno. Ya hemos hablado largo y tendido de los problemas que vienen acompañados de la procrastinación, o sea, por dejar para luego las tareas que hemos de afrontar cuanto antes.
La gestión del tiempo de forma positiva encuentra en el hecho de procrastinar un enemigo formidable. Se recomienda siempre comenzar las tareas más complejas a primera hora de la mañana, cuando estamos más despiertos. Si las dejamos para más adelante, las haremos peor o, incluso es posible que no las hagamos.
Si nos sentimos sobrepasados, procrastinar no es la mejor opción. Es preferible dividir una gran tarea en diversas subtareas antes que dejarlo todo para mañana, para luego, o para cuando sea…
No son pocos los que se sienten orgullosos de ser multitarea. Sin embargo, no es algo bueno ni positivo. ¿Por qué? Porque si hacemos varias labores a la vez, en realidad no estamos concentrados al máximo en ninguna de ellas, y eso rara vez es positivo.
Si vas a hacer algo, hazlo bien, con concentración y atención plena. Si estás con varias cosas de forma simultánea, es posible que todas salgan mal o no todo lo bien que debiera. Esto, a corto, medio y largo plazo, provocará que tengas que hacerlas otra vez, que necesiten correcciones o que requieran de subsanación de fallos. Ello, como es lógico, conlleva una pérdida de tiempo que puede ser notable y que no se podrá aprovechar para otras funciones.
También delegar en otros compañeros y empleados es buena idea. Si es en casa, en familia, igualmente es positivo gestionar el tiempo de manera adecuada repartiendo tareas de manera lógica y equitativa.
Si queremos acumular todo el trabajo por hacer, sin permitir colaboraciones y ayuda, acabaremos en plan multitarea, sin avanzar de forma adecuada. Por todo ello, dividir una tarea grande en pequeñas cargas que puedan llevar a cabo varias personas hará que las labores sean más livianas. Además, facilita que compartamos y que no procrastinemos tanto, ya que lo que hemos de realizar no será muy pesado.
Si no sabes cómo aplicar estas estrategias para gestionar el tiempo de manera adecuada, cuenta con la ayuda de un buen coach.
Un experto del coaching es un profesional especializado con amplia experiencia y los conocimientos adecuados para lograr que sus clientes o coachees alcancen su máximo potencial.
Los coaches conocen las herramientas concretoas para que cada persona saque el máximo potencial disponible, incluido el saber gestionar el tiempo de forma correcta para optimizarlo y aprovecharlo a tope.
Si no has contado nunca con ayuda profesional para dar lo mejor de ti, esta es tu oportunidad. En nuestra plataforma vas a encontrar a grandes expertos en diversos ámbitos que te servirán de apoyo durante este trayecto.
El coach te acompañará durante una época de tu vida y te hará las preguntas pertinentes para que te cuestiones ciertos axiomas que tal vez tenías por absolutos y en realidad no lo son.
Así pues, poco a poco irás abandonando esos pensamientos limitantes que no te dejan crecer. Solo has de probar y observarás que en pocas sesiones ya empiezas a notar un cambio a mejor que va aumentando hasta que ya se hace irreversible.
Si quieres aprender a gestionar el tiempo de forma correcta, recuerda, aquí puedes encontrar las soluciones que tanto ansías. No has de hacer mucho salvo contactar con aquel coach que consideres que mejor se adapta a tus necesidades actuales y empezar a trabajar en tu mejora personal y profesional desde hoy mismo.
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