¿Todavía no has podido encontrar tu verdadera vocación? No te preocupes, es algo relativamente normal. No siempre es fácil saber qué queremos hacer en realidad con nuestras vidas a nivel profesional. Pero recuerda, esta es una decisión importante, de ahí que debamos sopesar cada paso que vamos a dar.
Y es que a lo largo de nuestras vidas nos vemos obligados a tomar decisiones trascendentales que marcarán el devenir de nuestro mundo personal y profesional. Por eso hemos de tomar con tiento los momentos en los que hay que ver a qué nos vamos a dedicar durante años.
Sea como fuere, bien por la realidad en la que vivimos, muy voluble, bien por la actitud del profesional actual, cambiar de sector a lo largo de nuestras carreras no es ya algo tan extraño como antaño. Aquello de trabajar 40 años en el mismo empleo cada día es más complicado. De ahí que, si existen varios gremios que nos atraen, no pienses que es una locura probar otros caminos cada cierto tiempo si el cuerpo te lo pide y tienes posibilidades para hacerlo.
Y es que, cada decisión que tomamos condiciona nuestro futuro, para bien, y también para mal. Y no todas ellas están emparentadas con el desarrollo profesional y con la vocación. También las hay de tinte personal, que afectarán a nuestra vida privada y a nuestras relaciones sociales y familiares.
En cualquier caso, hay personas que siempre tuvieron claro hacia dónde querían enfocar su desarrollo personal y profesional. Otras en cambio, no tanto. Eso sí, siempre hay opciones para dilucidar estas coyunturas y salir con éxito de esos callejones que, en apariencia, no tienen salida, pero siempre la hay, no lo dudes.
Si no lo tienes claro, tampoco desesperes, pues hay soluciones, opciones y posibilidades para elegir. Pero siempre hemos de hacerlo de la forma adecuada, siguiendo ciertos pasos, de manera que podamos encontrar la motivación correcta para disfrutar del aspecto laboral según la decisión final que tomemos.
Y es que hay muchas variables en esto de encontrar la vocación. Recordemos, por ejemplo, que con 16 años ya tenemos que ir sabiendo qué querremos hacer en un futuro próximo. ¿Formación profesional o universitaria? ¿Seguir estudiando o lanzarse al mercado laboral? A partir de ahí, nos esperan más de 40 años trabajando. No es algo que tengamos que elegir a la ligera, aunque es cierto que somos muy jóvenes y con apenas 18 años es complicado que nos dediquemos a lo mismo que cuando tengamos 65 años y mantengamos la ilusión y la motivación del primer día.
Así pues, además de la profesión en concreto, hemos de mirar más detalles. ¿Queremos trabajar de forma autónoma, o por cuenta ajena? ¿En qué rango de salarios nos vamos a mover? ¿Tenemos tradición de empresa familiar, o preferimos buscar por otras partes? ¿Deseamos un empleo que nos permita crecer como personas, o preferimos algo más mediano, que nos resulte más bien cómodo y confortable?
Como ves, hay muchas variables y premisas a considerar a la hora de elegir un empleo. De ahí que encontrar tu verdadera vocación sea tan necesaria. No olvides que, como mínimo, se suelen dedicar unas 40 horas semanales al trabajo, tal vez más. Por tanto, hay que elegir uno que nos motive, que nos llene, y que nos ayude a la realización personal, vital y profesional.
Por todo ello debemos dejar de lado el tiempo y las presiones, coger esta decisión con tiempo suficiente y empezar a trabajar en nuestra vocación. ¿Cómo? A través de la estrategia.
Encontrar tu verdadera vocación exige un análisis pormenorizado de tus habilidades y competencias. Es decir, ¿qué se te da bien? Por lo general, aquello que hacemos con soltura nos suele gustar, de ahí que sea algo excelente para dedicar más tiempo a nivel profesional.
Debemos hacer ejercicios de autoconocimiento para ir viendo y detectando qué es lo que mejor somos capaces de hacer y, si es posible, convertirlo en nuestra vida laboral.
Un buen coach, por ejemplo, nos puede ayudar a realizar y conocer estos ejercicios para entendernos mejor y ver qué somos capaces de hacer con talento verdadero, ya sea natural o adquirido.
Abre tu mente siempre. Piensa en ti desde el exterior, como si no fueras tú mismo, como si otra persona te estuviera viendo. Entonces, ¿qué es lo que observas en ti? Según lo que mires, lo que le recomendarías a esa persona, piénsalo para ti.
Debemos ser personas curiosas, capaces de investigar en nuestro interior, en nuestro yo más profundo. Tal vez encontremos cosas que no nos gustan, pero sabremos que están y las podremos mejorar. Y también veremos lo que nos gusta, lo que nos apasiona, lo que nos enriquece, aquello a lo que querremos dedicar nuestro tiempo. Ahí estará la verdadera vocación, la que nos llena y nos permite trabajar en un ambiente óptimo explotando nuestro talento y nuestras habilidades.
No confundamos sueños con quimeras. Cuando hablamos de sueños, nos referimos a desarrollarnos desde un punto de vista profesional y vocacional.
En la vida necesitamos metas. Así pues, una búsqueda correcta de la vocación verdadera implica crear un plan de trabajo y acción que incluya objetivos a corto, medio y largo plazo.
En cualquier caso, no debemos vernos un día luchando por cumplir los sueños de los demás, y no los propios.
Así pues, tenemos que tener cuidado con las influencias externas. Como hemos comentado, es necesario conocerse en profundidad, de manera que no nos condicionen demasiado los demás. Nos pueden inspirar, pero no manejar. Tenlo muy claro siempre.
Luego, piensa en tu verdadera vocación, tu sueño profesional más íntimo. Después, plantéate un plan, una estrategia real y realista. A continuación, ponlo todo en marcha y trabaja sin descanso hasta conseguir tus objetivos.
En efecto, disponemos de herramientas que nos pueden ayudar a entender mejor cuál es nuestra verdadera vocación si no la vemos a primera vista.
Esta herramienta es bastante útil, ya que te propone un cuestionario de preguntas que has de responder con sinceridad total. Recuerda que, si no lo haces poniendo lo que realmente sientes y piensas, no servirá de nada.
Aquí responderás cuestiones diversas sobre tus gustos, tus hobbies, tus pasiones y tus orientaciones profesionales. Así podrás ver qué empleos se asocian más y mejor a tu perfil.
A partir de los resultados del test, podrás averiguar en qué tipo de profesiones habrá puestos que se ajusten más y mejor a tus necesidades y talentos. Luego, ya será cuestión de poner en marcha el plan adecuado para encontrar el empleo que mejor se adaptará a tus necesidades y competencias.
Aunque no tengas clara tu verdadera vocación, es muy probable que sientas cierta cercanía por algunos sectores. Piensa en el coaching, el audiovisual, la medicina… Para conocer en profundidad qué esconden esos empleos, suele ser buena idea hablar con personas experimentadas que ya ejercen desde hace tiempo.
Las recomendaciones y consejos profesionales siempre deben ser bienvenidos. Serán de gran ayuda para despejar un horizonte borrascoso en el campo laboral. Ellos nos podrán aclarar cómo es el trabajo que realizan, su día a día, sus rutinas, sus encantos, y también sus desencantos, obviamente.
Al hablar con un profesional, debemos preparar bien la charla. Preguntar cualquier inquietud o preocupación que tengamos con sinceridad será clave para salir de dudas.
El ser humano muestra ciertas resistencias a la salida de la zona de confort. El miedo al cambio se ha convertido en una constante, por lo que muchas personas no ven las oportunidades y especialidades que aparecen a su alrededor.
Sin embargo, hoy en día vivimos en un mundo laboral muy cambiante. Los empleos para toda la vida han desaparecido. Por eso conviene no tener miedo al cambio, porque es una realidad con la que nos ha tocado vivir.
Así pues, es importante evitar agobios y miedos, y mirar al futuro con esperanza e ilusión. Es difícil comenzar con algo nuevo, sobre todo a partir de edades elevadas. Sin embargo, también es atrayente y divertido. Todo un reto que podemos y debemos superar.
Comenzar una nueva etapa puede provocar miedo. Sin embargo, con la ayuda adecuada si somos demasiado reticentes, podemos lograrlo. Aquí, contar con un coach profesional puede ser muy útil. Sabrán hacer las preguntas adecuadas para que escapemos de nuestra zona de confort.
Hasta ahora hemos hablado de algunas ideas que te pueden ayudar a encontrar tu verdadera vocación, escapando de tu zona de confort y lanzándote a la aventura. Además, son conceptos que te pueden ser útiles en diversos sentidos. Es decir, para encontrar trabajo, para elegir estudios, etc.
Ahora bien, ¿cómo podríamos enfocar dicha búsqueda? Vamos a hacerla paso a paso. Así tendrás un ejemplo fehaciente y claro para que, con sinceridad absoluta, veas cuál es el rumbo profesional que te puede interesar.
Estudia bien tu vocación, y luego, ausculta el mercado laboral, universitario o formativo. Así entenderás mejor qué te gusta, y qué se puede adaptar a tus necesidades concretas.
Imagínate en el futuro, estudiando o trabajando. ¿De verdad te gustaría estar haciendo lo que haces o lo que vas a hacer? Ten en cuenta todo este tipo de condicionantes. ¿Te gustan las artes o los números? ¿Te va más el comercio o el marketing?
Acto seguido, debes comprobar si lo que has elegido, sea para estudiar o para trabajar, concuerda con el estilo de vida que llevas, o bien con el que quieres llevar. Pensemos en trabajos a turnos, como la medicina o las cadenas de montaje. ¿Realmente queremos hacer guardias y turnos de noche o tener que realizar jornadas en fin de semana?
Todo esto es importante para elegir bien. La verdadera vocación está relacionada también con un ajuste adecuado a nuestro tiempo libre, nuestros hobbies y nuestros gustos y familias.
Acto seguido, evaluaremos nuestras habilidades. Ya hemos hablado de los test. Gracias a ellos podremos saber si nuestras competencias se ajustan a esos trabajos que, por algún motivo, nos pueden atraer. Si nos va el pensamiento espacial, por ejemplo, hay profesiones artísticas, relacionadas con el diseño gráfico, con la arquitectura, etc. Y así un largo campo de posibilidades.
Piensa en relación a números, a comercio, a arte, a escritura, a alimentación, a trabajo físico… Hay un sinfín de opciones.
Ojo, hay algunos mercados muy saturados. También debemos estudiar la situación laboral. Podría darse el caso de que nuestra vocación esté relacionada con un mundillo profesional con altas tasas de desempleo. En cualquier caso, no debería ser algo que nos eche para atrás si de verdad es lo que nos gusta, pero podría resultar frustrante a medio y largo plazo.
Una forma interesante de encontrar la verdadera vocación es haciendo pruebas, prácticas y pasantías. Si encontramos una opción de comprobar in situ cómo es el trabajo, tendremos mucho ganado para saber si realmente nos gusta como para que sea un empleo a largo plazo.
Ciertos puesto de trabajo son muy especializados o no permiten crecer como profesional. Esto es importante tenerlo en cuenta. No es que sea bueno o malo. Si haces algo que te gusta, te motiva y para que te sientes vocacionalmente preparado, tal vez no quieras cambiar. Pero quizás en algún momento desees avanzar, ascender. Tenlo en cuenta al elegir.
Finalmente, tal y como hemos comentado, habla con consejeros, amigos, personas que te conozcan bien, y también con expertos y profesionales del sector. Ellos te podrán aconsejar de forma objetiva para que hagas la mejor elección posible.
Recuerda que, sumado a todo esto, también puedes encontrar tu verdadera vocación apoyándote en la ayuda de profesionales del coaching. Aquí tienes una lista de expertos que te pueden ser de gran utilidad en este momento clave de tu vida. Tanto para elegir estudios como empleo, seguro que darán lo mejor de sí mismos para que tú triunfes.
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