4 tipos de comunicación efectiva - somoscoaching.com
21 julio 2022

Para que los mensajes que lanzas lleguen de forma clara a las personas que te escuchan, a tus empleados o compañeros, a tu familia, o bien a todo un auditorio, debes practicar la comunicación efectiva. Ahora bien, hoy en día diferenciamos entre varios tipos que, a continuación, queremos exponer.

Siendo verídico que la comunicación es una competencia innata, y que es de vital importancia, hay que recordar que no todo el mundo tiene el mismo talento para practicarla.

Sin embargo, conviene que se manejen diversos estilos comunicativos con cierta soltura. ¿Por qué? Porque mejora nuestras relaciones y permite que expresemos mejor nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nuestros pareceres.

Por eso es necesario tener en cuenta que no solo transmitimos con el verbo y la palabra. También lo hacemos con nuestros gestos, con nuestras inflexiones, con las pausas e incluso con la forma en que movemos nuestro cuerpo mientras hablamos.

Qué es la comunicación

Dicho esto, ¿sabemos con claridad qué es la comunicación? La entendemos como el acto de intercambio de información entre dos o más personas, aunque también puede ser con objetos, como ordenadores o teléfonos móviles, o bien con animales.

El fin último es la transmisión de información que ha de ser recibida por el interlocutor, que puede ser uno o más individuos, una mascota, etc.

Además, la información emitida puede ser escrita, hablada, emocional, etc. El caso es que, para que llegue, ha de haber un canal por el que pueda ser transmitida.

Sea como fuere, hoy en día, la realidad es tan poliédrica y compleja que este esquema abarca un proceso amplio. Es decir, ya no podemos hablar de un único tipo de comunicación, puesto que, según sus características, hay muchas y muy variadas.

Las habilidades comunicativas

No podremos hacer una comunicación efectiva si no contamos con las habilidades necesarias para ello. Por eso es necesario conocer cuáles son las competencias que deberíamos manejar para tener éxito en esta tarea.

Y es que, manejar estas habilidades nos dotará de capacidad para mejorar en nuestra carrera profesional. Pero el asunto va más allá, ya que también son importantes para tener una salud emocional encomiable. Ser capaces de expresar sentimientos es necesario para vivir mejor, ¿verdad? Pues sí, porque nos hace más competentes en todos los estamentos de nuestro entorno.

De hecho, la alta capacidad comunicativa es algo que caracteriza a las personas más felices. ¿Por qué? Porque pueden encarar todo tipo de situaciones con mayor garantía de éxito. Por ejemplo, hablar con un niño, explicar un error, transmitir una orden de forma asertiva… Hay infinidad de ejemplos en los que nos conviene tener muy claro lo que hemos de decir, y también cómo hacerlo.

Por fortuna, la habilidad comunicativa no es algo innato únicamente. Es decir, es una capacidad que se puede adquirir y se puede aprender. De hecho, existen tantas formas de comunicar, no todas buenas, eso sí, que podemos adquirir aquellas que mejor se adapten a nuestra forma de ser.

El caso es que seamos capaces de conectar con otras personas, e incluso con otras especies, para enviarles mensajes eficaces y claros.

¿Cuáles son estas habilidades comunicativas?

Dicho esto, ¿qué entendemos por habilidades comunicativas? Veamos algunas de las más interesantes que has de practicar para mejorar tu competencia en este campo.

  1. La credibilidad. Tus mensajes han de ser sinceros y totalmente creíbles.
  2. La capacidad de persuasión. También conviene que, cuando hables, puedas comunicar de forma adecuada para que tus mensajes persuadan y convenzan a tu audiencia.
  3. El respeto. Todo ello desde el mayor de los respetos por las personas a quienes comunicas.
  4. La escritura. En efecto, cuando pensamos en comunicar, la mayor parte de las veces nos vamos a imaginar hablando con alguien o conversando ante un gran auditorio. También la comunicación y la expresión escrita es muy importante.
  5. La lectura. Y, obviamente, en el proceso comunicativo juega un papel vital nuestra capacidad para entender e interpretar la palabra escrita.
  6. El lenguaje verbal. Cómo usemos el lenguaje verbal, o sea, la utilización del idioma, sus inflexiones, su vocabulario, etc., será clave para una expresión adecuada.
  7. El lenguaje no verbal. Una parte importante del proceso comunicativo no se expresa con palabras, pero sí con gestos, inflexiones, etc.
  8. La negociación. Expresarse bien incluye saber negociar, alcanzar acuerdos, convencer, etc.
  9. La resolución de conflictos. También es importante saber comunicar de forma efectiva para resolver conflictos y evitar problemas que se puedan agravar.
  10. La validación emocional. Las personas necesitan saberse entendidas, comprendidas y escuchadas. Validarlas de forma emocional gracias a una buena comunicación es clave.
  11. La empatía. Obviamente, hemos de saber empatizar con las personas con las que nos comunicamos.
  12. La escucha activa. Finalmente, hemos de trabajar siempre la escucha activa, comprendiendo, escuchando con atención, y entendiendo bien qué se nos dice y cómo aportar a la conversación.

Los tipos de comunicación

Dicho esto, y antes de entrar de lleno en la comunicación efectiva, ¿cómo la podemos hacer para que sea eficiente? Aunque no lo creas, hay diversos tipos de comunicación, ya que va a variar de la información, de los emisores y receptores, etc.

En cualquier caso, nosotros nos vamos a quedar con dos clave que consideramos los más importantes y los que mejor has de manejar para obtener una comunicación efectiva. Veamos.

La comunicación verbal

Empezamos por la comunicación verbal, que es la que se refiere al mensaje verbalizado, es decir, lo que sale de nuestra boca o de nuestras manos cuando hablamos o escribimos.

Se caracteriza por el uso de palabras que facilitan la interacción entre emisor y receptor. Eso sí, se puede considerar exclusivamente humano, aunque ya hay animales que emiten sonidos asociados a conceptos concretos con el entorno pese a que no siguen normas gramaticales, pero sí de significado.

Encontramos dos tipos básico:

  1. Comunicación oral: es la hablada, es decir, por medio de palabras y signos orales, pudiendo incluir también llantos, risas, sonidos guturales, etc.
  2. Comunicación escrita: obviamente esta se desarrolla por medio de códigos escritos, como libros, alfabetos, logotipos o incluso jeroglíficos.

Es el tipo de comunicación más evidente y explícito, y suele ser muy efectivo. Se debe a que está regulado por las normas y los significantes, o sea, las palabras que forman cualquier idioma. Por eso tardamos varios años en aprenderla y manejarla, para facilitar que se emitan mensajes en unidades de significado claro y conciso. Ahora bien, no siempre va sola, pues en muchas ocasiones se acompaña de…

La comunicación no verbal

Cuando hablamos, solemos gesticular con el cuerpo, con las manos, e incluso con el rostro. Eso es lo que se llama comunicación no verbal. Se compone de posturas, de formas de sentarse, de miradas…

En la mayor parte de casos, la comunicación no verbal suele ser automática, involuntaria en muchos casos. Por eso es común que a veces se utilice para saber las verdaderas intenciones de un interlocutor, si no está mintiendo, si no está contando todo cuanto sabe…

A lo largo de la historia evolutiva del ser humano, igual que con cualquier especie, ha sido la más importante, pues el fenómeno del lenguaje es relativamente moderno si lo observamos desde un punto de vista antropológico.

En cualquier caso, la mejor forma de comunicar de manera efectiva es vinculando mensajes verbales a no verbales. Recordemos que estos últimos pueden ser ambiguos y, en ocasiones, difíciles de interpretar. Por tanto, una buena combinación de ambos siempre será una opción adecuada.

Qué es la comunicación efectiva

Dicho esto, arrancamos ya explicando qué es la comunicación efectiva. En este caso, nos referimos a aquel acto que permite que dos personas o más compartan una conversación objetiva. A través de esta acción podemos expresarnos de forma adecuada a través de mensajes claros y concisos que facilitan que se enriquezca un diálogo franco y diáfano.

Y es que la comunicación efectiva es eficaz. De esta moda logramos conversaciones asertivas, en las que el objetivo de los mensajes que se transmiten es que lleguen sin fallos al receptor, de manera que nos comportemos de forma empática, transmitiendo con un correcto equilibrio emocional adecuado a la situación. 

Los tipos de comunicación efectiva

Ahora sí, ya conocemos en profundidad el mundillo de la comunicación y, en particular, el de la comunicación efectiva. Veremos que su papel es muy importante, tanto a nivel personal y social como profesional. Por eso encontramos diversas formas en las que se presenta.

Y es que, si la planteamos desde un punto de vista empresarial y corporativo, encontramos que la comunicación eficaz aumenta la productividad. Se debe a que se transmiten mejor los objetivos y las metas profesionales, por ejemplo, lo que mejora la motivación.

Así que, para crear espacios de trabajo atractivos y productivos por medio de la comunicación efectiva, debemos fabricar un entorno de confianza. Y eso se consigue escuchando, hablando con claridad, y logrando una notable retroalimentación en todos los sentidos. Es decir, los líderes y los colaboradores deben tener claro el objetivo que se habrá comunicado de forma adecuada.

La comunicación formal

Comenzamos con el primer tipo, quizás el más usado y el más conocido. La comunicación formal implica tratar temas laborales y nada más. Por tanto, está basada en las reglas de la organización, que a su vez estarán regidas por el tratamiento que recibe el colaborador dentro del organigrama empresarial.

Comunicación informal

Es una comunicación efectiva, pero en su caso generada de forma natural. Es muy útil en la resolución de problemas que tienen que ver con interpretaciones comunicativas. De hecho, surge de forma instantánea en el entorno el trabajo, ya que no requiere formalismos o protocolos previos.

Comunicación vertical

En este caso, hablamos de un tipo de comunicación en la que los mensajes se transmiten desde abajo hacia arriba. Es decir, son los colaboradores los que se comunican con los directivos y líderes organizacionales.

En este caso, las comunicaciones suelen ser diversas. Por ejemplo, para enviar sugerencias, o también para manifestar la falta de conformidad con algún detalle en particular.

Comunicación horizontal

Finalmente, encontramos la comunicación horizontal, que es la que desarrollan los directivos cuando quieren enviar mensajes a sus colaboradores. Entre las fórmulas más comunes en este sentido encontramos las conferencias, los discursos y las entrevistas.

Cómo hacer una comunicación eficaz y efectiva

Ahora que conocemos los tipos de comunicación efectiva y eficiente, veamos qué podemos hacer para realizarla desde nuestro ámbito, tanto a nivel personal como profesional. Para ello, disponemos de diferentes técnicas:

Cuidado de las palabras

Seleccionaremos las palabras de forma concienzuda para que las ideas que queremos emitir queden claras, coherentes y perfectamente entendibles por el receptor de la comunicación. Conviene ser muy claros para evitar interpretaciones.

Cuidado del volumen y el tono de voz

Hablaremos al nivel adecuado, tanto en el tono, acorde a la situación, como en el volumen, sin gritar, pero logrando que se escuche bien.

Ofrecimiento de comunicación constructiva

Tras la generación de un intercambio de ideas objetivas, veremos que se incrementan las opciones de dotar al diálogo de positividad. Esta es una forma constructiva de comunicarse.

Manejo emocional adecuado

Controlar de forma adecuada las emociones también es un aspecto clave de la comunicación efectiva. Pensamientos y sentimientos generados durante el diálogo no nos deben desviar del objetivo principal de la conversación.

Aplica técnicas efectivas de comunicación no verbal

También conviene conocer las técnicas de comunicación no verbal más efectivas para tener éxito en el proceso. veamos.

Cuidado con el cuerpo

Tu lenguaje corporal dice tanto de ti como tus propias palabras. Así pues, aprende a manejar y controlar tu cuerpo, desde la postura hasta los gestos y movimientos. Ello enriquecerá tu discurso y las ideas que comunicas.

Cuidado con el contacto visual

Tu mirada es una expresión clave mientras conversas. No pierdas el contacto visual, pues muestra seguridad e interés.

Cuidado con tus gestos faciales

El rostro es otro elemento clave. Las expresiones de tu cara son fórmulas directas de comunicación. Así que, si es negativo, influirá en la conversación tanto como si es positivo.

Cuidado con la escucha activa

Si puedes, más que activa deberías practicar la escucha empática. No solo demuestras que entiendes a tu interlocutor, también le dices que comprendes su perspectiva y eres capaz de ponerte en su lugar.

Recuerda, una comunicación efectiva es un elemento clave de un buen líder, un buen compañero y, en definitiva, una persona profesional y socialmente activa y positiva. Así que, si no tienes claro cómo conseguirlo, ¿por qué no ponerte en manos de un coach profesional y que te guíe en tu camino hasta transformarte en el mejor comunicador que puedas llegar a ser?

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