De una cosa estamos seguros: cuando conozcas los beneficios del mindfulness lo vas a querer practicar. Pero es que, además, también podemos añadir otro detalle: verás que es tan sencillo que no te vas a poder resistir a probarlo.
También llamada conciencia plena o atención plena, a continuación describiremos en qué consiste, qué ejercicios puedes hacer para llevarlo a la práctica y cuáles son sus múltiples beneficios. Vas a descubrir que son muchos, muy interesantes, y que te pueden hacer muy feliz.
Para entender mejor la conciencia plena, la meditación de conciencia plena o la atención plena, según la queramos considerar, vamos a ver cómo la define una de las instituciones médicas más prestigiosas del momento, la conocida Clínica Mayo.
Según los expertos de la citada institución, el minfulness es un tipo de meditación que permite concentrarse para ser plenamente consciente de lo que se experimenta en un momento dado.
Aquí no hay juicios o interpretaciones, solo una persona que practica la conciencia plena a través de visualizaciones guiadas, métodos respiratorios, prácticas de relajación y actividades varias que reducen el estrés, calman la mente y aumentan la felicidad y sensación de plenitud.
Hoy en día las obligaciones son muchas. Pasamos días y días de trabajo, con la familia, haciendo frente a nuestras responsabilidades. Tanto es así que a ratos no entendemos que las jornadas pasan todas iguales, como si no hubiera otra cosa en nuestro mundo que no fuera trabajar y cubrir el expediente.
Por eso es tan necesaria la meditación. A ratos hay que parar, respirar, ser conscientes de cuánto nos rodea y aprender a disfrutar del tiempo libre y de nuestra conciencia plena.
Todo esto nos ayuda a alejar presiones, a olvidar pensamientos negativos, a dejar de lado esa planificación agotadora que nos lleva al estrés y el malestar, pudiendo desembocar en ansiedad e incluso síntomas de depresión.
Practicar ejercicios de mindfulness es una buena herramienta para potenciar los pensamientos positivos. Ahora bien, ¿cómo hacemos? Hay diversas posibilidades para ejercitar la conciencia plena.
Una opción es contar con un coach experto en mindfulness. Son especialistas con años de experiencia y la formación adecuada para lograr que sus clientes y coachees practiquen la atención plena y alcances sus objetivos.
También puedes hacer ejercicios de atención plena por tu cuenta y riesgo. Aunque, si confías en un coach profesional, él mismo te podrá recomendar diversas actividades que realizar para ir mejorando en esta práctica.
La conciencia plena resurgió hace unas décadas, sobre todo en el ámbito deportivo. Se buscaba superar los límites y llegar a más. No obstante, se practica desde hace siglos, pues ya en la zona de la India era practicada hace varios milenos.
Así pues, disponemos de muchos ejercicios interesantes que realizar para disfrutar de los beneficios del mindfulness. Veamos algunos que han demostrado ser válidos.
Para disfrutar de la atención plena debemos estar muy pendientes de todo lo que tenemos alrededor. Por ejemplo, observando, experimentando, haciendo que el entorno penetre en nosotros por medio de todos nuestros sentidos, desde el gusto hasta el olfato.
Tenemos que pensar en cómo permitir que el entorno nos deje ser plenamente conscientes. ¿Cómo? Disfrutando al máximo de un alimento, escuchando con atención una canción o mirando con detenimiento algo que nos interese, sea una flor, una película, la letra de un libro…
Cada instante, cada segundo es único y no se va a repetir jamás. Por eso merece la pena ser plenamente conscientes de todo momento. Para ello mantendremos una actitud activa, receptiva, perceptiva y tolerante.
Prestemos atención a cuanto hacemos buscando esos segundos de felicidad en los placeres simples que, aunque creamos que no, aparecen a cada instante y sin que nos demos cuenta. Mejor no dejarlos pasar.
La autoaceptación mejora la imagen que tenemos de nosotros. Por eso, igual que nos gusta que nos traten bien los demás, nos debemos tratar a nosotros mismos. Seamos nuestros mejores amigos y querámonos, pues solo desde el respeto y el amor a uno mismo se puede respetar y amar a otras personas con verdadera plenitud.
Realiza ejercicios de respiración con plenitud y concentración en la misma. Siempre que sientas que algo va mal, que los pensamientos negativos acuden en masa a tu cerebro, haz una tarea similar, verás cómo pronto se pasan.
¿Qué haremos? Es mejor sentarse, cerrar los ojos, relajar todo el cuerpo y respirar muy profundamente. Luego, mantendremos la concentración total en el aire que sale y entra en nuestro cuerpo.
No hace falta que sea muy largo. Con un minuto de ejercicio concentrado en la respiración puede bastar para alejar los malos pensamientos.
Para realizar este ejercicio te debes acostar boca arriba con los brazos a los lados, las manos también hacia arriba y las piernas extendidas. Relájate y presta atención deliberada a cada rincón de tu cuerpo, a cada sensación, emoción o pensamiento que se relacione con tu organismo.
También puedes apostar por la meditación sentada. Para ello, buscaremos un lugar cómodo en el que relajar la espalda, que se mantendrá recta. Las manos van al regazo y el cuerpo se apoya en el suelo. Luego, se respira profundamente, se concentra en el aire que entra y sale y se disfrutan de las sensaciones físicas.
También se puede meditar mientras se camina. Para ello, lo haremos lentamente, conscientes de cada paso, manteniendo el cuerpo en un sutil equilibrio físico. Al llegar al final del destino, que no debe ir más allá de 3 a 6 metros, giraremos y seguiremos igual centrándonos en nuestras sensaciones.
Llegados a este punto, vamos a conocer uno a uno cuáles son los beneficios del mindfulness. Son muchos, muy interesantes y te pueden cambiar la vida. Así que, toma nota.
Todos vivimos el aquí y el ahora. Mucha gente está anclada en el pasado, pensando que todo entonces era mejor. También la hay que está todo el día soñando con que el mañana traerá más alegrías que el presente. Pues todo eso es un error.
El futuro llegará, y el pasado ya quedó atrás. Así que, vive tu presente para que tu futuro sea espléndido y aprende de lo que ocurrió extrayendo todas las lecciones que puedas de cuanto hiciste bien o hiciste mal.
En este sentido, practicar mindfulness te ayudará a centrar tu mirada en el presente, en lo que estás haciendo ahora mismo, que es leer estas líneas. Por eso tienes que aprovechar cada segundo como si fuera el último, porque realmente lo es.
Más beneficios del mindfulness. Obviamente, cuanto más nos centremos en el presente y lo vivamos con mayor plenitud, menor estrés sufriremos. Mirar constantemente al pasado o esperar algo del futuro que no llega provoca ansiedad, estrés y tristeza.
Además, hoy en día hay mucho que nos puede llevar a un estado ansioso. El trabajo, la familia, las deudas, los problemas conyugales… Por eso hemos de buscar técnicas que reduzcan ese estrés del día a día, de la falta de tiempo libre o esa incapacidad para dejar de pensar en todo cuanto nos quita el sueño.
Ante estas adversidades, una herramienta poderosa es el mindfulness. Para ello, solo hay que pararse, respirar, centrar todo nuestro ser en dicha respiración y reducir esos niveles de cortisol que nos están provocando el malestar constante por el ansia y el estrés.
En cualquier caso, y dado que puede ser algo complejo, es buena idea tener ayuda y guía. Un coach profesional especializado en técnicas de mindfulness podría ser una excelente solución al problema.
Vamos con otro de los beneficios del mindfulness, este, además, también apoyado en la ciencia.
Estudios liderados por el equipo de la neurocientífica Sara Lazar, de la Universidad de Harvard, han demostrado que practicar mindfulness aumenta el hipocampo y disminuye el tamaño de la amígdala, lo que permite que se mejore el aprendizaje, crezca la memoria y se reduzcan ansiedades y estreses.
Todos nos hacemos mayores, pues a medida que pasan los años, los telómeros, que son unas terminaciones de los cromosomas, se van haciendo más cortos, lo que divide la célula.
Ahora bien, cuanto más estrés sufrimos, más se acortan dichos telómeros, por lo que se envejece a mayor velocidad. Así que, si queremos evitar dicho desgaste, con algo de meditación y mindfulness obtendremos un resultado fantástico.
A medida que reforzamos el músculo de nuestro cerebro, también mejoramos en todo lo relacionado con la mente. Por ejemplo, cada vez seremos más capaces de concentrar nuestra atención en una tarea o en un punto. Así pues, este es otro de los interesantes beneficios del mindfulness.
Y, dado que nuestro cerebro no deja de desarrollarse, todo en nosotros va a ir a mejor. Por ejemplo, nuestra inteligencia emocional, que cada vez será más elevada.
Gracias a la práctica del mindfulness vamos a observar cómo nuestra actividad introspectiva mejora. Ello nos permite unos niveles de autoconocimiento y autoconciencia muy elevados, por lo que reconoceremos mejor nuestras emociones, y sabremos gestionarlas de forma adecuada.
Es decir, muchas veces, cuando alguien nos dice algo que nos sienta mal, reaccionamos de forma negativa, sin pensar, si esperar, recapitular y actuar en frío. Es decir, tendremos a reaccionar en caliente, de forma menos racional, en lugar de hacer con consciencia.
A todo esto ayuda mucho el mindfulness, que demuestra que, al practicarlo de forma diaria, permite que la amígdala, que es la responsable de la reactividad humana, disminuya de tamaño. Esto hace que seamos más fríos, menos pasionales y, sobre todo, mucho menos impulsivos en nuestras reacciones.
¿Qué permite? Primero, escuchar más y mejor. Seguro, reaccionar de forma más positiva y empática. Tercero, ser más resilientes. Cuarto, reducir nuestra actuación colérica y nuestra impaciencia. Quinto, utilizar más la reflexión. Y así podríamos seguir enumerando un largo etcétera. Sin duda, unos beneficios del mindfulness más que atractivos.
También vamos a dormir mejor gracias al mindfulness. Hay sobrados estudios al respecto, como los realizados en el seno de la Universidad de Utah, que han demostrado que la reducción de la activación cortical nocturna es menor en las personas que meditan, y también en las que apuestan por la conciencia plena.
Igualmente favorece el pensamiento creativo. Y es que, en una mente calmada y lúcida, será más fácil desarrollar líneas de discusión que simplifiquen formas diferentes de afrontar diversos problemas del día a día.
Por eso, cada día más profesionales de éxito apuestan por la meditación y el mindfulness para mejorar sus capacidades y aumentar sus habilidades y su nivel de productividad.
Por último, pero no por ello menos importante, se demuestra que las personas que consideramos buenas, también suelen practicar algún tipo de meditación, lo que incluye esta técnica de atención plena.
Y esto no es algo que nos hayamos inventado. Según un estudio publicado por la revista Psychological Science a través de las Universidades de Harvard y Northeastern, las personas que practican mindfulness son más receptivas, tienen mayor inteligencia interpersonal e intrapersonal, escuchan activamente, son más emocionales, empáticas y compasivas, etc. Es decir, conectan mejor con otros.
Vamos ya concluyendo, pues consideramos que se ha dicho mucho sobre los beneficios de esta técnica, sobre su puesta en práctica y sobre su propia naturaleza.
A partir de aquí, tú eres la persona que debe apostar por un método de mejora que te llevará a la plenitud máxima. Ahora bien, entendemos que puede ser complicado, si no se ha practicado nunca, el empezar así, sin conocer mucho más que lo visto en este artículo.
En cualquier caso, puedes apostar por confiar en un profesional. Muchos coachs recomiendan el mindufulness a sus coachees o clientes. Por eso te recomendamos que cliques en este enlace y encuentres al experto que mejor se puede adaptar a tus necesidades.
Recuerda, aquí empieza tu nueva vida. Apuesta por tu mejora personal desde hoy mismo. Ya ves que no es difícil y está al alcance de tu mano.
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